junio 28, 2018

JUNIO, 28: #SAFO


Nació en la ciudad de Mitilene, situada en Lesbos, la tercera isla más grande de Grecia en el mar Egeo, vecina de Creta y Eubea, y cercana a las costas de Turquía.

Pasó toda su vida en su ciudad natal, a excepción de un corto exilio a Siracusa (actual Sicilia), a causa de las luchas aristocráticas en las que probablemente estaba comprometida su familia, perteneciente a la oligarquía local.

Los datos biográficos sobre ella son prácticamente inexistentes, y sólo se conocen algunos poemas y fragmentos extraídos de citas indirectas y de papiros. El contenido de sus poemas – que propició toda clase de habladurías y rumores – es el que se ha utilizado para deducir algunos de los hechos que marcaron su vida.

Perteneció a una sociedad en la que se preparaba a las jóvenes para el matrimonio. Esto la indujo a conformar la llamada “Casa de las servidoras de las Musas”, en la cual se rendía culto a la diosa Afrodita, enseñando poesía, música y otras artes a un grupo de mujeres que se preparaban para las nupcias. El poeta Anacreonte (una generación posterior) afirmaba, en referencia a este grupo, que Safo llegó a enamorarse de muchas de sus discípulas, y a relacionarse tanto emocional como sexualmente con algunas de ellas. Esto, y la confirmación dada por muchos de sus textos, la convirtió en un símbolo del amor entre mujeres, y dio origen a los términos lesbianismo y safismo, que aluden a la homosexualidad femenina.

Sus poemas testimonian acerca de la pasión amorosa que se apodera del ser humano, y que se manifiesta consecuentemente en diversas formas: celos, alegría, decepción, dolor.

Su poesía sirvió de inspiración a poetas como Platón, Catulo, Petrarca, Leopardi y Byron.

En el año 1703, la Iglesia Católica ordenó quemar todas las copias existentes de sus poemas, de los que sólo se logró recuperar un tercio. En 2004, fueron hallados nuevos fragmentos, que amplían sustancialmente los poemas conservados.