julio 27, 2019

«NO HAY NADA QUE NO SE PUEDA DECIR»


Brevísimo adelanto de la charla hermosa que tuvimos con Fernando Kosiak, a propósito de la poesía y de los «discursos poéticos actuales» + tres poemas que son de lo más cool que se ha leído últimamente 😊

 

👉¿Qué te parece que es lo que no dice, lo que no llega a decir (o no puede o no quiere decir) un autor en su obra?

Creo que hoy en día no hay nada que no se pueda decir, salvo que sea algo políticamente incorrecto porque hay un marco social que está atento a esos derrapes. Ahora, lo que no llega a decir, creo que tiene que ver más con lo emocional, con los sentimientos, porque creo que a todos nos ha pasado de sentarnos a escribir y finalmente creemos que tenemos EL poema donde hemos volcado lo mejor de nosotros mismos y que al otrx no le llega, creo que eso es lo más complejo. Me pasó hace poco con un poema que escribí y que lo releo y lloro pero que creo que, salvo yo, dos o tres personas nomás podrían llegar a entender la carga que está en ese texto, ahí entra un replanteo en torno a la poesía que tiene que ver si hay que escribir para que todxs entiendan lo que tenemos para decir o si es el capricho de quien escribe y nada más. Es complejo, hay que encontrar un punto medio, creo.


👉Teniendo en cuenta tu propia experiencia, ¿es el discurso del poema realmente un discurso involuntario?

Muchas veces sí, porque tenemos la libertad total de la hoja en blanco para construir como queramos. Yo, que escribo otros géneros, sé que al meterme en ellos tengo otras restricciones. En ese sentido, como momento inicial, está lo involuntario, lo libre, después vendrá lo de pulir y rever.

 

ENTREVISTA COMPLETA 👉 «NO HAY NADA QUE NO SE PUEDA DECIR»  

 

CLAVEL DEL AIRE


no creceré desde la tierra, no

mis raíces necesitarán abrazarse a la rama

para desafiar los vientos, las tormentas

 

no pensaré en el abismo oscuro

donde brillan los colmillos preparados, no

erizaré mis púas para proteger mi flor pequeña

 

seré desde la cima del árbol

sin pensar en el agua que no viene

sin esperar la caricia que no es

viendo cómo cae el primer soplo de nieve

sin temor al invierno

convirtiéndome en raíz.

 

NARANJO


naranja sangrienta es tu nombre

y tus hojas se quiebran y no liberan perfume

tu jugo es sangre

o tu sangre es jugo, siempre dulce

 

naranja sangrienta es tu nombre

y tu pulpa me alimenta

 

en tus gajos mojo un escarbadientes

para escribir pasión en un papel

o en tu cáscara

 

en cada una de tus semillas

palpitan brotes de flores blancas

más perfumadas que un bosque entero

más profundas que una selva oscura.


EMMA


Desde hace un tiempo

cada invierno

compro ovillos de lana

se los entrego a mi abuela de ochenta y dos años

y le pido que me teja cosas

preferentemente medias

ahí tengo

en un cajón

los pares apilados

y que me abrigan los pies fríos cada invierno

para ella es un requisito más de abuela

para mí serán recuerdos algún día

recuerdos apilados en un cajón

para abrigarme

hasta que me muera.


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Fernando Kosiak (Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina). Profesor en Lengua y Literatura (UADER) y Técnico en Comunicación Social (UNER). Desde el 2005 coordina talleres y capacitaciones de Literatura en la ciudad de Paraná. Publicó los libros de cuentos Soy tu monstruo (Supervisión, 2008), Sentido raro (Supervisión, 2011), Tuit (Bicéfalo, 2012), El crimen es una fiesta (Bicéfalo, 2015); los libros de poesía Morite Lacia (La gota, 2016), El final de los paisajes (Bicéfalo, 2017); la obra teatral La bondad de los extraños (Editorial de Entre Ríos, 2018), ganadora del premio Fray Mocho 2016, y la nouvelle Cerca del fuego (Baldíos en la Lengua, 2018).

julio 19, 2019

★VIERNES


Hoy es viernes y hace un frío ciego que nos corta las manos. Los pozos de los medios de las calles amontonan pantanos que nadie se va a molestar en retirar. De todo lo que te perdiste, nada es comparable con el estallido de bruma lacerante que de madrugada se suele levantar. La familia está bien, sí. Todos los días festejamos un lenguaje nuevo. Somos todxs mucho más etérexs e inconformistas que antes. Resulta incalculable la cantidad de cosas que se pueden hacer con el teléfono celular, desde el teléfono celular, por y para el teléfono celular. Bajo ningún punto de vista admitimos hacer alguna cosa sin el teléfono celular. Ya no miramos tantas películas, pero sí muchas series, que vienen a ser películas extendidas que vamos postergando en capítulos y que aparentamos disfrutar mejor de a pedazos. Postergar, como ya ves, es en esta era nuestra mayor degeneración. La familia está bien, sí. Ya nadie colecciona figuritas ni se juega más al chinchón. Rara vez conversamos mientras desayunamos. Hay una forma «definitiva» de depilarse y la mayoría de las casas tienen redes inalámbricas para hacer andar sus artefactos en lugar de cables. Las compras menos imaginadas se hacen por medio de computadoras. Adonde antes estaba la terminal de ómnibus ahora hay shopping. Ganamos a última Libertadores. Ya te lo conté a esto; a Boca, sí. El programa de Susana se sigue emitiendo, y el de Mirta, caete de culo, también. Los parques de diversiones no existen más y no sabés lo viejo que está Darín. La familia está bien, sí. Yo también. Al final no me convertí en Cheetara ni me volví agente ultra secreta de la CIA. Escribo. A buena parte de la gente le gusta lo que escribo. Leo mucho y hablo poco. Huelo los libros nuevos durante por lo menos tres minutos. Paso las páginas de atrás para adelante. Gasto una buena cantidad de plata en artículos de librería que después no uso. Detestarías saber que sigo sonándome los dedos de las manos contra la mesa. Deformaciones futuras, dirías. Y conociéndote, agregarías la moda locutiva «ATR» al final de todo. Anoche soñé que algo se prendía fuego. Enseguida lo busqué en Google para agregarle algún significado terrenal posible. No podrías entender lo que es Google pero lo amarías. Perdí el reloj pulsera que me regalaste para mis quince. No sabría dónde buscarlo porque me mudé infinitas veces. Sigo viviendo en edificios y duermo con dos bolsas de agua caliente. Por suerte todavía existen y sabés bien que me dan miedo las frazadas eléctricas, las cuales seguramente ya me hubieras comprado en alguna oferta. Desde que vivo en esta ciudad me dejaron de doler los ojos pero conocí sobradamente de cerca algunos otros dolores. Me equivoqué. Muchas veces, en muchas cosas. Perdoné, me perdonaron. Encontré el amor y el amor, en una vuelta rara que vino a dar, me encontró también. Te enamorarías de mis gatos y verías con buenos ojos el hecho de que me haya encariñado tanto con un perro. Siempre tengo una montaña de planes. Conocí Europa y ahora quiero volver para quedarme a vivir. Lo que imaginábamos. Hice buenxs amigxs. Permanezco bastante cerca de lxs que me quieren. Otrxs se fueron, no se quisieron quedar. No dejé de creer. Todavía creo, aunque me cuesta darme cuenta exactamente en qué. Hoy es viernes y hace un frío ciego que nos corta las manos. La familia está bien, sí. En uno de los almohadones amontonados del living hay una mancha de café que nunca limpié. Desde hace cuatro días llevo puesto el mismo sweater y no sé qué hacer con la mitad vacía de este día. Por otra parte, esta es la foto nuestra que mejor nos representa, decime si no. Icónicas. Voy a dejar todos los temas más enredados y escrupulosos sin tocar para la próxima vez que nos invoquemos. Contame entonces vos algo. De qué colores tiene pintados los azulejos el cielo, cómo es la vida realmente cuando deja de estar viva, qué vas a hacer hoy a la tarde y cuántas veces tuviste que golpearles la pared a lxs vecinxs esta mañana para que hablaran más bajo.





julio 18, 2019

LA INSURRECCIÓN DEL SILENCIO


«Escribir supone para las mujeres y disidencias entender todos los silenciamientos a los que se enfrentaron nuestres antecesores. La hoja en blanco es para nosotres una instancia de silenciamiento o una posibilidad de insurrección frente al silencio impuesto. Como dijo la poeta Audre Lorde, para nosotres «la poesía no es un lujo». Escribir es un acto performático, es una acción en el mundo. El paso del lenguaje a la acción está dado por el gesto de la irrupción e interrupción en la hoja en  blanco, en el silencio. La materialidad del lenguaje es su potencia de transformación y creación.

¿A quién le habla la literatura escrita por mujeres y disidencias? A la vez que se escribe para sí, para su propio linaje, escribe para una comunidad que se conforma a través de un lenguaje en común, porque para que exista una comunidad es necesaria una historicidad y una literatura propia. La literatura escrita por mujeres y disidencias surge como espacio de visibilización y de construcción de una identidad colectiva, pues al mismo tiempo que se nombra a sí misma, nombra a una comunidad. Pero, como diría Monique Wittig en su ensayo El punto de vista: ¿particular o universal?, es necesario que nuestras obras no sean tomadas por particulares, como literaturas de gueto, sino que puedan ser leídas como parte de la literatura universal, dado que mientras la literatura universal con mayúscula sea la literatura masculina cis y no otra, nuestra literatura estará signada por su catalogación: literatura feminista, literatura lgbti, literatura femenina, etc., como si se tratara de subgéneros, mientras que la literatura escrita por varones cis no lleva ninguna marca, porque lo «universal» es lisa y llanamente el universal masculino cis, y lo particular es todo aquello que no entra en su lógica.»

 

TEXTO COMPLETO 👉 «LA INSURRECCIÓN DEL SILENCIO» - NADIA SOL CARAMELLA

julio 16, 2019

LA SINCRÓNICA

 

San Telmo – domingo 14/07 – en Berlina Bunker fue todo lujo:

poesía | música | skate | fanzines y hermosas sorpresas 💜








                 
              

julio 09, 2019

QUE SIGO SIENDO LA MISMA QUIERO VERIFICAR


VERIFICAR


verificar que sigo siendo la misma

que todo está en su lugar

que aún tengo ojos

cuando me choco

una y otra vez

otra vez y una se da

contra los árboles personas

y el alma se lo agradece

verificar que sigo siendo la misma

la cédula de identidad en mano

y que coincidan las huellas dactilares

después de tanto caminar con las manos

verificar que sigo siendo la misma

miro la copa metálica y me reconozco en el espejo

hay que hacerle justicia al reflejo

que sigo siendo la misma

quiero verificar fotos similares

poemas parecidos y diferentes

que sigo siendo la misma quiero verificar

con grabaciones viejas

más personas nuevas

verificar que sigo siendo la misma

el historial clínico refresca la memoria

un golpe tras otro

siempre las mismas vendas

los mismos medicamentos

y las mismas armas

retroceder y adelantar

rewind stop play

play stop rewind

forward stop play

verificar

 

CEBOLLAS


siempre me dio miedo

cortar cebollas

algo de mí te vio

y quiso huir

 

 

en un mundo paralelo

donde no vivo en cautiverio

disfruto de la guía

y me tranquiliza tu bienestar

milito en contra de los abrazos gratis

me despierta un beso de un perro en la playa

como uvas verde manzana

el hueco del armario de mi casa forma un corazón

 

 

para qué estos muros

claro que merezco un espacio

pero las paredes también piden respirar

con una ventana podrán tragar aire

mis senos se mantienen inconexos

mis brazos se encuentran unidos a mí por lunares

como cable a tierra

 

 

de chica mamá me llevaba al club en auto

pasábamos junto a las ligustrinas y campo

manualidades en la colonia

el alfajor húmedo y aplastado en la mochila

tirar el colgante que vino con las papas fritas

esperar que se hunda para bucear a rescatarlo

cómo olvidar la vez que jugando a la mancha se me cayó una oruga

en la pierna y me picó:

fue mi primer acercamiento al dolor

 

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Denise Griffith (Buenos Aires, 1993). Traductora, escritora y editora argentina. Publicó Antojos de desorden (Escritor de la legua, 2018). Participó en la antología El gran libro de los perros (España, Blackie Books, 2019). Actualmente gestiona y edita Liberoamérica Argentina.

julio 01, 2019

★ARROJARSE A LO OMITIDO ES UNA FORMA DE CELEBRACIÓN


cuento con ese final que aseguraste

una frecuencia inexplorada

de desenlaces posibles

sigo el camino de hilo

de los desconsolados

 

durante un tiempo – está comprobado –

toda maniobra ejecutada desde la opacidad de las cosas

es compatible

con el temor que nos provoca

la piedra en la máquina

 

adentro del libro dejo cambio chico y me despido

me despido contraproducentemente

y digo la noche

(decir la noche es decir

lo ominoso

lo que no puede ni quiere ser narrado

lo que no puede ni quiere

consumarse en la saturación anticipada de lo que estuvo antes

de lo indecible

puertas adentro)

 

porción extrema de ingenuidad:

la ingenuidad

vino a desacelerar el ritmo

de la tormenta

 

despedirse:

rastreo

en una lista incautada de pies de fotos

palabras que soporten permanecer aplicables

a tal fin

cuento con ese final que aseguraste

sigo

(inenarrable)

el camino de hilo

de los desconsolados