«Escribir
supone para las mujeres y disidencias entender todos los silenciamientos a los
que se enfrentaron nuestres antecesores. La hoja en blanco es para nosotres una
instancia de silenciamiento o una posibilidad de insurrección frente al
silencio impuesto. Como dijo la poeta Audre Lorde, para nosotres «la poesía no
es un lujo». Escribir es un acto performático, es una acción en el mundo. El
paso del lenguaje a la acción está dado por el gesto de la irrupción e
interrupción en la hoja en blanco, en el silencio. La materialidad del
lenguaje es su potencia de transformación y creación.
¿A quién le habla la literatura escrita por mujeres y disidencias? A la vez que
se escribe para sí, para su propio linaje, escribe para una comunidad que se
conforma a través de un lenguaje en común, porque para que exista una comunidad
es necesaria una historicidad y una literatura propia. La literatura escrita
por mujeres y disidencias surge como espacio de visibilización y de
construcción de una identidad colectiva, pues al mismo tiempo que se nombra a
sí misma, nombra a una comunidad. Pero, como diría Monique Wittig en su
ensayo El punto de vista: ¿particular o universal?, es necesario
que nuestras obras no sean tomadas por particulares, como literaturas de gueto,
sino que puedan ser leídas como parte de la literatura universal, dado que
mientras la literatura universal con mayúscula sea la literatura masculina cis
y no otra, nuestra literatura estará signada por su catalogación: literatura
feminista, literatura lgbti, literatura femenina, etc., como si se tratara de
subgéneros, mientras que la literatura escrita por varones cis no lleva ninguna
marca, porque lo «universal» es lisa y llanamente el universal masculino cis, y
lo particular es todo aquello que no entra en su lógica.»
TEXTO
COMPLETO 👉 «LA INSURRECCIÓN DEL SILENCIO» - NADIA SOL CARAMELLA