agosto 29, 2020

LA POESÍA NO ES UN LUJO


«Para las mujeres, la poesía no es un lujo. Es una necesidad vital. Ella define la calidad de la luz bajo la cual formulamos nuestras esperanzas y sueños de supervivencia y cambio, que se plasman primero en palabras, después en ideas y, por fin, en una acción más tangible. La poesía es el instrumento mediante el cual nombramos lo que no tiene nombre para convertirlo en objeto del pensamiento. Los más amplios horizontes de nuestras esperanzas y miedos están empedrados con nuestros poemas (…).»




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Audre Lorde (1934-1992). Escritora, poeta y activista afroamericana. Adhirió al movimiento lesbofeminista desde sus primeros años de juventud. En numerosas ocasiones sufrió discriminación racial, sexista y homofóbica entre sus pares y colegas, hechos que supo plasmar mordaz y magníficamente en sus textos. Fue co-fundadora de Kitchen Table Women of Color Press y co-directora del periódico lésbico Chrysalis, durante los años `70 y `80.

agosto 26, 2020

INGREDIENTES:

  

La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo (Et tous nos amours, sollozó Emmanuèle boca abajo), lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia (Je n’ oublierai pas le temps des cérises, pataleó Emmanuèle en el suelo) se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrita y la punta de un zapato.


Julio Cortázar. Rayuela (1963), capítulo 36 (frg.)


agosto 24, 2020

ALGO PREEXISTE

 

La poesía es el encuentro del lector con el libro, el descubrimiento del libro. Hay otra experiencia estética que es el momento, muy extraño también, en el cual el poeta concibe la obra, en el cual va descubriendo o inventando la obra (…). Cuando yo escribo, tengo la sensación de que algo preexiste. Parto de un concepto general; sé más o menos el principio y el fin, y luego voy descubriendo las partes intermedias; pero no tengo la sensación de inventarlas, no tengo la sensación de que dependan de mi arbitrio; las cosas son así. Son así, pero están escondidas, y mi deber de poeta es encontrarlas. Bradley dijo que uno de los efectos de la poesía debe darnos la impresión, no de descubrir algo nuevo, sino de recordar algo olvidado. Cuando leemos un buen poema pensamos que también nosotros hubiéramos podido escribirlo; que ese poema preexistía en nosotros. Esto nos lleva a la definición platónica de la poesía: esa cosa liviana, alada y sagrada (…) El hecho estético es algo tan evidente, tan inmediato, tan indefinible como el amor, el sabor de la fruta, el agua. Sentimos la poesía como sentimos la cercanía de una mujer, o como sentimos una montaña o una bahía. Si la sentimos inmediatamente, ¿a qué diluirla en otras palabras, que sin duda serán más débiles que nuestros sentimientos?

 

JORGE LUIS BORGES

 

¿Qué es la poesía? – Conferencia de Jorge Luis Borges – Julio de 1977 ↓



agosto 16, 2020

«MORTALES INMORTALES»

 

Les dejo por acá un adelanto de mi reseña para @liberoamérica sobre Dípticos, un libro imperdible del escritor venezolano Néstor Mendoza 👏

 

 

Existe una especie de solemnidad colectiva implícita – casi unísona –  a la hora de pronunciar, o siquiera balbucear, la palabra Grecia. Un respeto tácito que se antepone a cualquier intento de relajación. Y solemos acompañar ese recato riguroso con una sensación permanente de falta, un vacío suntuoso que es preciso completar con rituales, hazañas épicas y dioses irascibles. En otras palabras, el mito y su séquito de celebridades no dejan de pisar fuerte en nuestro modelo mental perfecto de mundo helénico.   

 

En sus Dípticos (Seshat Editorial, 2020), Néstor Mendoza sitúa frente a nosotros el desafío de emplazar esa carencia desde un enfoque inédito: nos presenta la memoria del personaje, su ojo avizor, su experiencia neta y, de inmediato, la contrarrespuesta implacable de su antagónico.

 

Narciso habla, Eco responde. ¿O es acaso al revés? Lo que entendemos como un diálogo cobra a continuación la idiosincrasia de una confesión urgente, un espejo cuyo reflejo sólo puede ser rastreable en el padecimiento o en la entereza imperturbable del otro. Y es esta especie de derecho a réplica lo que hace converger – en el texto y en nuestro intelecto – una sensibilidad compartida, una pulsión liberadora que se abre paso hacia un instinto alternativo, a merced de cualquier atadura cultural o convencionalismo previo. De algún modo, Mendoza nos hace coautores de una nueva forma de atravesar la mitología tal y como la conocemos, para invitarnos sin dilaciones a un atrevimiento atípico, a un acto heroico otro, a descomponer aquello que ha estado arraigado y a ensayar, como nuevos y enardecidos maestros, al menos una variante posible.


LEÉ LA RESEÑA COMPLETA ACÁ  «MORTALES INMORTALES»


agosto 03, 2020

¡GRACIAS!



La escritora y periodista Gisela Paggi (que además es editora de ULRICA) recomendó, desde su Instagram @bibliogigix, el libro Los demás© (Liberoamérica, 2019). Esto dijo:

 

 

«En este imperdible poemario de Vanesa Almada Noguerón hay una búsqueda casi metafísica, una experimentación con la palabra en la que se bucea hasta lo más profundo de la semántica y en la que encuentran significados nuevos a viejos conceptos. Hay un roce con la cotidianeidad que da base sólida a la realidad que impera en los versos. Un trabajo de reflexión e indagación para enunciar aquello que se absorbe a través de los sentidos. Ninguna letra o signo es puesto al azar.  Todo se conjuga como un todo uniforme y armónico que se vuelve espejo al lector. Demasiado perfecto. Demasiado imprescindible.

La adjetivación es su estrella. Almada Noguerón brilla al hacer uso de un vocabulario amplio y meticuloso y, en ese juego, la palabra adquiere un protagonismo al que no debería renunciar jamás la poesía. En una época de versos líquidos que se derraman en las redes sociales, encontrar una voz tan eficaz, elocuente y, al mismo tiempo, conmovedora, es motivo de celebración. Y es parte del trabajo vehemente de Liberoamérica, que apuesta a poetas de verdad. Con cada lectura, me hago más fan.

La poesía es un espacio donde me muevo tan pacíficamente y me da tanto confort, que nunca puedo desprenderme del todo. Les dejo una estrofa maravillosa de este poemario que siempre llevaré conmigo.»