Les
dejo por acá un adelanto de mi reseña para Liberoamérica sobre Dípticos,
un libro imperdible del escritor venezolano Néstor Mendoza 👏
Existe
una especie de solemnidad colectiva implícita –casi unísona– a la hora de
pronunciar, o siquiera balbucear, la palabra Grecia. Un respeto
tácito que se antepone a cualquier intento de relajación. Y solemos acompañar
ese recato riguroso con una sensación permanente de falta, un vacío suntuoso
que es preciso completar con rituales, hazañas épicas y dioses irascibles. En
otras palabras, el mito y su séquito de celebridades no dejan de pisar fuerte
en nuestro modelo mental perfecto de mundo helénico.
En sus Dípticos (Seshat Editorial, 2020), Néstor Mendoza sitúa frente a nosotros el desafío de emplazar esa carencia desde un enfoque inédito: nos presenta la memoria del personaje, su ojo avizor, su experiencia neta y, de inmediato, la contrarrespuesta implacable de su antagónico.
Narciso
habla, Eco responde. ¿O es acaso al revés? Lo que entendemos como un diálogo
cobra a continuación la idiosincrasia de una confesión urgente, un espejo cuyo
reflejo sólo puede ser rastreable en el padecimiento o en la entereza
imperturbable del otro. Y es esta especie de derecho a réplica lo
que hace converger –en el texto y en nuestro intelecto– una sensibilidad
compartida, una pulsión liberadora que se abre paso hacia un instinto
alternativo, a merced de cualquier atadura cultural o convencionalismo previo.
De algún modo, Mendoza nos hace coautores de una nueva forma de atravesar la
mitología tal y como la conocemos, para invitarnos, sin dilaciones, a un
atrevimiento atípico, a un acto heroico otro, a descomponer aquello que ha
estado arraigado y a ensayar, como nuevos y enardecidos maestros, al menos una
variante posible.
RESEÑA
COMPLETA 👉 «MORTALES INMORTALES»