mayo 29, 2017

cosas que pasaron este fin de semana:







lectura de poesía en Teatro Auditorium




presentación de Urbano, de Raúl Rodrigo Alonso





más lectura de poesía en FM 91.7 (KLA)






mayo 26, 2017

cuadernos de infancia / TOC de infancia (los tuve / los tengo)






Cierta vez se me ocurrió hacer una lista de mis manías para contemplarlas fríamente y tratar de librarme de alguna. Aunque reconocí que las más tenaces se arraigaban en mis primeros años, me propuse combatir las más recientes. Ese estudio prematuro no me aportó ningún descanso, sin embargo, y durante mucho tiempo seguí envidiando a mis hermanas, quienes, al acostarse, no perdían ni un minuto, mientras que yo me pasaba las horas enteras en idas y venidas que no me aportaban ninguna utilidad ni alivio (…).
Antes de acostarnos debíamos poner los juguetes en su sitio. A mí no me bastaba agrupar las muñecas, procurarles la ternura suficiente del contacto de sus brazos. Cuidaba, además, sus posturas. A veces era necesario que me levantase de noche para ir, a escondidas, al cuarto de los juguetes y cerciorarme de que ninguna mantenía un brazo en alto, la cabeza agachada o dada vuelta hacia atrás. No hubiera podido dormir pensando en que se pasaría toda la noche con una pierna encogida, sentada de costado, en una posición incómoda. Esta costumbre me siguió mucho tiempo. Más tarde, al visitar alguna casa donde hubiera criaturas, permanecía hasta que se hallaran acostadas para aproximarme a las muñecas, disimuladamente, y con un gesto distraído bajar un brazo, enderezar una pierna.
Nunca pude, tampoco, beber sólo un trago de agua o de cualquier otra bebida. Era imprescindible que fueran dos, cuatro, seis. (…) Por mucha sed que tuviera, a medida que bebía contaba los sorbos para detenerme siempre en un número par, y durante mucho tiempo, todas las noches, antes de acostarme, bebía cuatro traguitos de agua.




Norah Lange. Cuadernos de infancia (frg.), 1937. 




mayo 19, 2017

★fin de la cita: imagen y voz





(...) se vuelcan los nidos de los pájaros
los fuegos
los nudos de las gargantas
las revistas / los abanicos
las revistas que sirven de abanico

se vuelcan

les falta un punto donde poder terminarse
el margen de alguna foto que los amontone











mayo 16, 2017

Juan Rulfo nació hace 100 años





Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría, pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. “No dejes de ir a visitarlo – me recomendó. Se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte.” Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después de que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas. (Pedro Páramo, 1955).




Premios Raúl González Tuñón




Notas de felicidad: este sábado pasado recibí una mención especial por uno de mis poemarios inéditos en los Premios Raúl González Tuñón, otorgados por Grupo Editorial Sur y Ediciones Lamás Médula, en la 43° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Las fotos que debía:











mayo 11, 2017

★warning





Descripción: integra la sección “metales” de Quemar el fuego © / pretende dialogar (¿secretamente?) con algunas de las geniales obras de Robert & Shana ParkeHarrison / no lo pude subir a Youtube (infracción de derechos de autor de la canción elegida) / recuerden que pueden encargarme ejemplares a través de MP / ¡buen final de jueves!









mayo 03, 2017

tres de juan






Costumbres
(sefiní, 1964)


no es para quedarnos en casa que
[hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que
[amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal



Celda 4
(perros célebres vientos, 1963)


eugenio el tierno duerme casi huido mientras los que engendraron tempestades ni idea tienen del precio que pagarán por su cabeza brillando pálida en la celda su luz cayendo sobre descendientes que tampoco sabrán cómo era eugenio cuando ardía y con su cucharita espantaba las bestias




la más mujer del mundo
(el amante mundial, 1962)


sonríe como un cómplice
bajo el calor suelta sus animales bellos desnudos
[indolentes
y recorren la tierra llenándola de ansias de carne
[en libertad
ella prepara sus abismos
ninguno la conoce
en la mitad de la noche me despierta la oigo cómo
[enciende su furor
y las crepitaciones
de rostros que ella quema lentamente
contra su voluntad





Juan Gelman (1930 – 2014)





mayo 01, 2017

Quemar el fuego ©





Más de un año de trabajo (de los largos que duran como treinta meses), y acá estamos, con las manos y la cabeza incendiadas, pero felices :)
Quemar el fuego © es la 2da rara criatura que voy a dejar al mundo (a la porción de monoblocks que adornan la cuadra). Consta de dos grupitos lindos de poemas de la vieja y de la nueva escuela / de la vieja y de la nueva quien escribe, artesanalmente unidos en simpáticos ejemplares.
En cuestión de días se darán a conocer los detalles de su presentación oficial. Por el momento, vamos conversando los interesados y yo por MP u otros medios de masiva comunicación… ¿les parece bien?
Agradecimientos especiales: Pablo Lizalde (ilustración y diseño), Paola Russo (logística), Laura Cófreces (fotografía).


Curiosidades varias: Para la realización y posterior auto – edición de este libro se necesitaron: un agujero por donde pasar todo lo que por extrema falta de onda o extremo exceso de páginas fue quedando afuera, un número indefinido de noches sin conciliar debidamente el sueño, ningún paquete de puchos, mucho pero mucho esfuerzo y tres excusas más o menos respetables o, como mínimo, discutibles.