agosto 31, 2017

★END

 

no es una palabra

con suerte será un emblema que agregaremos a nuestro portfolio

el encabezado de alguna noticia vieja impresa en un diario falso

 

(esa mala costumbre nuestra / de desatender las partes del todo

tuvo el epílogo que merecía)

como en el ahorcado

cada letra

en su plato de consomé / en su cajón de gaseosa de primera marca

esperando el momento de inercia

esperando el momento de orden o de caos

de método o de anarquía

esperando el momento

por la hendidura de aquella puerta

asoma la cuerda que completa el espiral

no es una palabra

es el final del paréntesis:

la portada inflamable del libro

y otro fósforo ahogado en la botella sin abrir de kerosene

 

Inédito

agosto 28, 2017

CORRIMOS CONTRA LA REALIDAD / QUE ABRE LAS CABEZAS


LUZ

pensé en abrir la madrugada           dije

como un cabo suelto en mi corazón

y no sentí las primaveras que me avasallaban

 

comía los futuros        sin indicarme la ceguera

los no caminos           ni los postes que ya no recordaban quien los enterró

pero allí estabas         sostenida en tu muñecas

como los tirones de una madre           guardiana del amor

 

en un boulevard de abrazos      me hinqué al sentido

a tus brotes de silencio y miradas constantes

en esos instantes en que algo nos derrumbó la puerta

para encallarnos                  frente a frente

 

cuando los ceños se juntaron                    una tibieza se unió a la otra

un beso a otro beso        los pasos acumulados

hasta quedarnos sin reacción            o reaccionando

 

y el pelo y los ganglios                los abismos y el espacio

la cordura y la verdad                    los apegos y el adiós

 

corrimos contra la realidad           que abre las cabezas

pero cierra los pechos              las energúmenas consecuencias

el inconsciente

 

nos derramaron un mundo de dos

entonces                     inquietos

nos dimos a luz


 

MINTIÉNDOME

me clavo en la frente            los escalones que gasté

para subir hasta tu pecho             donde los golpes de sangre

ardían los momentos   

 

la vida te expulsó de mí          con caballos calientes

que hoy                me jadean la nostalgia

 

quién iba a querer hallarte para el abandono?

no sentís los parpados inquietos de mi cuerpo?

 

así se hundió el arrebato del amor

sobre este final infinito           exhalando los recuerdos

suave canto                      que dejás en los por qué

 

hoy aquí            torturando al olvido

para que accione su palanca

recojo las tristezas en las que descubro

tan solo                  que me miento


 

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Gastón Sequeira (Coronel Pringles, 1975).  Reside en Mar del Plata desde su infancia. Es escritor y gestor cultural. Realizó activamente diversos talleres de lectura y creación literaria. Integró distintos grupos y redacciones asociadas a la literatura. Participó en Ferias del Libro nacionales, provinciales e internacionales, así como también en numerosos encuentros de escritores. Sus textos circulan en formato electrónico por diversos sitios y blogs online. Su poemario La lengua del poeta fue editado y publicado por la Editorial Alma de Diamante, la cual lo premió, además, en su Certamen Internacional. 


agosto 27, 2017

FELIZ CUMPLEAÑOS, JEANETTE!



"Pero madre es nuestra primera historia de amor. Sus brazos. Sus ojos. Su cuerpo.  Y si más adelante la odiamos, nos llevamos esa rabia con nosotros y la soltamos con otros amantes. Y si la perdemos, ¿dónde vamos a volver a encontrarla?

(...) Entonces un hilo de líneas comienza a reconstruirse en mi mente, líneas de mis propios libros. 'Sigo escribiendo para que algún día ella lo lea.' 'Buscándote, buscándome; supongo que llevo toda una vida buscándonos a las dos...'

He escrito narrativas de amor y narrativas de pérdidas, historias de anhelos y de pertenencia. Ahora todo resulta tan obvio. La obsesión wintersoniana con el amor, la pérdida y el anhelo. Es mi madre. Es mi madre. Es mi madre."

 

Jeanette Winterson (Reino Unido, 1959). 

Fragmentos extraídos de ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, 2012. 


[Click en la imagen para ir a charla TED 👇]







agosto 26, 2017

¿CÓMO NOS REHABILITAREMOS?



Nadie puede dudar de que las cosas recaen. Un señor se enferma, y de golpe un miércoles recae. Un lápiz en la mesa recae seguido. Las mujeres, cómo recaen. Teóricamente a nada o a nadie se le ocurría recaer, pero lo mismo está sujeto, sobre todo porque recae sin conciencia, recae como si nunca antes. Un jazmín, para dar un ejemplo perfumado. A esa blancura, ¿de dónde le viene su penosa amistad con el amarillo? El mero permanecer es recaída: el jazmín, entonces. Y no hablemos de las palabras, esas recayentes deplorables, ni de los buñuelos fríos, que son la recaída clavada.


Contra lo que pasa se impone pacientemente la rehabilitación. En lo más recaído hay siempre algo que pugna por rehabilitarse, en el hongo pisoteado, en el reloj sin cuerda, en los poemas de Pérez, en Pérez. Todo recayente tiene ya en sí a un rehabilitante, pero el problema, para nosotros los que pensamos nuestra vida, es confuso y casi infinito. Un caracol segrega y una nube aspira; seguramente recaerán, pero una compensación ajena a ellos los rehabilita, los hace treparse poco a poco a lo mejor de sí mismos antes de la recaída inevitable. Pero nosotros, tía, ¿Cómo haremos? ¿Cómo nos daremos cuenta de que hemos recaído si por la mañana estamos tan bien, tan café con leche, y no podemos medir hasta dónde hemos recaído en el sueño o en la ducha? Y si sospechamos lo recayente de nuestro estado, ¿Cómo nos rehabilitaremos? Hay quienes recaen al llegar a la cima de una montaña, al terminar su obra maestra, al afeitarse sin un solo tajito; no toda recaída va de arriba a abajo, porque arriba y abajo no quieren decir gran cosa cuando ya no se sabe adónde se está. Probablemente Ícaro creía tocar el cielo cuando se hundió en el mar epónimo, y Dios te libre de una zambullida tan mal preparada. Tía, ¿Cómo nos rehabilitaremos?


Hay quien ha sostenido que la rehabilitación sólo es posible alterándose, pero olvidó que toda recaída es una desalteración, una vuelta al barro de la culpa. En efecto, somos lo más que somos porque nos alteramos, salimos del barro en busca de la felicidad y la conciencia y los pies limpios. Un recayente es entonces un desalterante, de donde se sigue que nadie se rehabilita sin alterarse. Pretender la rehabilitación alterándose es una triste redundancia: nuestra condición es la recaída y la desalteración, y a mí me parece que un recayente debería rehabilitarse de otra manera, que por lo demás ignoro. No solamente ignoro eso, sino que jamás he sabido en qué momento mi tía o yo recaemos. ¿Cómo rehabilitarnos, entonces, si a lo mejor no hemos recaído todavía y la rehabilitación nos encuentra ya rehabilitados? Tía, ¿No será ésa la respuesta, ahora que lo pienso? Hagamos una cosa: usted se rehabilita y yo la observo. Varios días seguidos, digamos una rehabilitación continua, usted está todo el tiempo rehabilitándose y yo la observo. O al revés, si prefiere, pero a mí me gustaría que empezara usted, porque soy modesto y buen observador. De esa manera, si yo recaigo en los intervalos de mi rehabilitación, mientras que usted no le da tiempo a la recaída y se rehabilita como en un cine continuado, al cabo de poco nuestra diferencia será enorme, usted estará tan por encima que dará gusto. Entonces yo sabré que el sistema ha funcionado y empezaré a rehabilitarme furiosamente, pondré el despertador a las tres de la mañana, suspenderé mi vida conyugal y las demás recaídas que conozco para que sólo queden las que no conozco, y a lo mejor poco a poco un día estaremos otra vez juntos, tía, y será tan hermoso decir: «Ahora nos vamos al centro y nos compramos un helado, el mío todo de frutilla y el de usted con chocolate y un bizcochito.»

 

 “Me caigo y me levanto”, en La vuelta al día en ochenta mundos (1967).






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Julio Cortázar (1914-1984). Escritor, profesor y traductor argentino.


agosto 24, 2017

EL LECTOR



Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde. 

 

Jorge Luis Borges (1899-1986). “Ausencia”, en Obra poética (Emecé, 1995).

 




PD: Argentina celebra hoy, 24 de agosto, el Día del Lector, 
en homenaje al natalicio del genio de genios.


agosto 21, 2017

★PRECÁMBRICO



ellos la tienen

repiten un patrón que desean nunca haber subestimado

vuelcan paredes donde antes apenas se aguantaba el suelo

vulneran sábanas

cajas sorpresas

dolores de caries

abecedarios

ellos la tienen y les falta todavía más de un metro y medio para soltarla

para robarle con el roce del mentón el vaho seco

del perfume importado que lleva justo

debajo de la oreja

estamos pensando en cortarle los brazos a las estatuas aunque no seamos griegos

en nacer todas las cosas

en despeinar huesos y brotes

estamos

imaginando más y mejores geologías inéditas

traspapelando cuevas y dromedarios

pictogramas y artes rupestres

y ellos la tienen

la plantan y la riegan

la arrancan del suelo como quien arranca un puñado de acelga para el ramo de la novia  

y la adulteran

la secan al sol sobre ganchos de reses y la vuelven a sembrar

estamos pensando en golpear los caudales de barro con un diccionario

para infligirles daño o lastimarles por lo menos

la costra de palas que les empaqueta el cuerpo

estamos fingiendo

invocando calíopes y facundos

pensando

en desconfiar de las palabras en lugar de insultarlas

en regenerarnos

en alcanzarle el vuelo a las vaquitas de San Antonio

y ellos la tienen

les preocupa el delito de las fotocopias y a nosotros

–menos vanidosos o más quijotescos– 

nos preocupa el negocio online de las máquinas fotocopiadoras

compra – venta / compra – compra / venta – venta

y ellos

hacen una cuarentena de siete u ocho meses por lo menos una vez al año

mientras nosotros

hibernamos todos los otoños cada noventa veranos

y nos bronceamos

las claras y las yemas de los dedos media vez al día

a la luz de un árbol cualquiera

(a la luz de no tenerla)

 

Inédito

 

agosto 20, 2017

SÓLO HAY UN CAMINO: ENTRE EN USTED


Usted pregunta si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mí. Antes ha preguntado ya a otros. Los envía a revistas. Los compara con otros poemas y se inquieta cuando algunas redacciones rechazan sus ensayos poéticos. Desde ahora (ya que me permite aconsejarlo), renuncie a todo eso. Su mirada está dirigida hacia afuera, y eso es precisamente lo que debe evitar en el futuro. Nadie puede aconsejarle ni ayudarle, nadie. Sólo hay un camino: entre en usted. Investigue la causa que lo empuja a escribir, examine si sus raíces se extienden hasta lo más profundo de su corazón. Reconozca si no preferiría morir en el caso de no poder escribir. Y sobre todo, en la hora más serena de la noche, pregúntese: ¿Siento verdaderamente la imperiosa necesidad de escribir?

En Cartas a un joven poeta (1929).

[Se desconocen datos de traducción]

 

👉 FRAGMENTOS DE LA EXPERIENCIA POÉTICA

👉 CARTAS A UN JOVEN POETA (1929)

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Rainer Maria Rilke (1875-1926). Poeta y novelista austríaco. Considerado uno de los escritores más importantes e influyentes de la primera mitad del siglo XX. Entre sus obras destacan la novela autobiográfica Los cuadernos de Malte Laurids Brigge (1910) y las Cartas a un joven poeta (escritas entre 1903 y 1908, aunque publicadas por primera vez en 1929).


agosto 19, 2017

★APUNTES SOBRE AUTOBIOGRAFÍA II (FRAGMENTO)



(…) Y el sujeto que cuenta su vida por escrito se encuentra por demás convencido de que su imagen es digna de un interés privilegiado, es decir, se la cree.

Aceptemos en primera instancia que la autobiografía tal y como hoy la conocemos nunca ha tenido una temporada favorable durante la Antigüedad Clásica, puesto que en aquel entonces los hombres no solían creérsela. La libertad individual no existía, y todas las complejidades de la vida pasaban por pertenecer a un linaje o a una sociedad determinada que había que hacer quedar bien.

Cuando la Edad Media hace por fin su gracia, se piensa que podemos ser medianamente dueños de nuestro destino, aunque, claro, si nos portamos mal se nos castiga.

¿Para qué sirve yo?

Existencia pública versus existencia privada. Esto resulta medianamente admisible cuando la gente empieza de un momento a otro a darse cuenta de que ni los oráculos, ni los dioses, ni los horóscopos chinos son responsables de nuestra propia existencia, sino nosotros mismos. Cada uno es poseedor de su suerte. Nadie nos castiga. O sí. Pero de última nos bancamos el castigo y listo. O no elegimos creer en él. O el hombre se equivoca porque para eso ha nacido.

Esto dice muy convincentemente la fotocopia, y también agrega que el autobiógrafo es absolutamente consciente de todas estas cosas, y que, por ello, reúne ciertos elementos de su vida que reconstruyen su identidad a través del tiempo y, quién sabe, hasta puede “justificar” algunos de sus actos. ¿Justificarlos ante quién? No lo aclara. La fotocopia peca de escueta.

Claro que el lector de la fotocopia puede reinterpretar el contenido de la misma a su antojo.

Se puede escribir, por ejemplo, un relato autobiográfico, y hacerles creer a todos que, sólo por  el simple y banal hecho de leerlo, ya conocen al autor espléndidamente bien, aunque en realidad desconozcan por completo que su verdadera intención es mentirles abiertamente en la cara. Tendrá lugar así lo que se suele llamar “psiquis lectora”, de manera que a su Yo autobiográfico le gustará ser por antonomasia un Yo mitad ficticio / mitad real, o será, en realidad, un él disfrazado de Yo, un ella fingiendo un él, o todas las personas gramaticales juntas, o viceversa, o usted mismo leyendo la vida de otro en primera del singular.

De esta manera, su propio nombre pasará a ser al mismo tiempo el nombre del autor, un pseudónimo inventado por sus padres al nacer para poder dirigirle la palabra en un futuro, el nombre del personaje del relato que acaba de escribir y el del narrador autobiográfico mismo, porque para ponerse a pensar otro alias para la tapa del libro la verdad que no le van a quedar muchas ganas que digamos.

Resulta natural entonces que bajo estas circunstancias le parezca a usted mejor buscar ayuda profesional y leer las fotocopias.

Hacer fotocopias es un delito penado por la ley 11.723.


Apuntes sobre autobiografía (inédito, 2010)


agosto 17, 2017

ESPANTAPÁJAROS: 6


Mis nervios desafinan con la misma frecuencia que mis primas. Si por casualidad, cuando me acuesto, dejo de atarme a los barrotes de la cama, a los quince minutos me despierto, indefectiblemente, sobre el techo de mi ropero. En ese cuarto de hora, sin embargo, he tenido tiempo de estrangular a mis hermanos, de arrojarme a algún precipicio y de quedar colgado de las ramas de un espinillo.

Mi digestión inventa una cantidad de crustáceos, que se entretienen en perforarme el intestino. Desde la infancia, necesito que me desabrochen los tiradores, antes de sentarme en alguna parte, y es rarísimo que pueda sonarme la nariz sin encontrar en el pañuelo un cadáver de cucaracha.

Todavía, cuando llovizna, me duele la pierna que me amputaron hace tres años. Mi riñón derecho es un maní. Mi riñón izquierdo se encuentra en el museo de la Facultad de Medicina. Soy poliglota y tartamudo. He perdido, a la lotería, hasta las uñas de los pies, y en el instante de firmar mi acta matrimonial, me di cuenta que me había casado con una cacatúa.

Las márgenes de los libros no son capaces de encauzar mi aburrimiento y mi dolor. Hasta las ideas más optimistas toman un coche fúnebre para pasearse por mi cerebro. Me repugna el bostezo de las camas deshechas, no siento ninguna propensión por empollarle los senos a las mujeres y me enferma que los boticarios se equivoquen con tan poca frecuencia en los preparados de estricnina.

En estas condiciones, creo sinceramente que lo mejor es tragarse una cápsula de dinamita y encender, con toda tranquilidad, un cigarrillo.

 

Oliverio Girondo. Espantapájaros, 1932.






agosto 14, 2017

★LARGO HASTA LOS PIES



Los pobres coladores tienen mucha sed

porque el agua se les escapa

cada dos por tres.

 

María Elena Walsh. «Canción para tomar el té», en El reino del revés (1965).

 

 

Se nos hace por demás irónico

que esos borrones deshidratados y estériles

sostengan bajo la piel una marca de agua.

 

Estamos invitados.

Pero jamás habremos de dignarnos

a poner incómoda a la tarjeta.

Siquiera destrozarle el cuerpo a ausencias

o dolérselo a destierros.

 

Cuán antipático puede ser un nombre

debajo de un saludo de despedida.

Cuán urgente su usurpación.

Cuán escandalosa su repugnancia.

 

Yo no sé por qué.

 

 

De Entre los ruidos, 2015.


agosto 10, 2017

APAGÓN / EN LA CIUDAD



DESTIEMPO

Siempre caigo en el mismo sueño.

Siempre ingreso al laberinto

donde el monstruo aguarda, paciente y hambriento

en su centro incendiado.

Siempre estoy bajo la lluvia,

sobre los techos del mundo

con mi alma y mis pesadillas mojadas

rasgadas vestiduras de cartón.

Siempre rompo la mirada

y estallan los vidrios.

Siempre suena tu canción

en la radio y en la calle, en los bares y en mi cruz

esa que dice

apagón

en la ciudad

y todo lo que tengo

es tu vida iluminándome.

Siempre salto del mismo helicóptero

en la misma novela de ciencia ficción,

siempre en el mismo canal

siempre en la misma estación de radio

siempre en el mismo crucero fantasma

siempre en el mismo río.

Nada de lo que habita

se salva a la inundación o al incendio.

Nada de lo que amanece

deja ver su verdadero rostro.

Siempre abro los ojos

cuando es demasiado tarde

para mirar.

De Cuando llegue el fin de los tiempos (Almadegoma Ediciones, 2017)


FANTASMAS DE CIUDAD


a veces es necesario alejarse

lo suficiente como para confundirse

en la muchedumbre.

doblar la esquina como quien parpadea

y sigue su camino, su mirada.

es preciso despertar bajo un techo desconocido

de vez en cuando

y mirar desde otra ventana, otro paisaje.

permitir que la carne se ilumine

aunque sea a través de una herida.

De Un silencioso modo de arder (Peces de ciudad, 2017)

 

VACACIONES EN EL INFIERNO


Mudé de piel. Mudé de hogar. Mudé de mundo.

En sueños se pasea la oruga.

En los laberintos se muere congelada la locura.

En el espacio debe haber un hombre perdido,

                            flotando náufrago y sin sentido

                            al abrigo de la oscuridad.

Mudé de ropa. Mudé de lengua. Mudé de suelo.

Me despegué por completo de esta humanidad

tan frágil

siempre necesitada de luz.

En el fondo somos insectos

chupasangre

que danzan en círculo

ansiando la lluvia de meteoros.

Mudé de cuerpo. Mudé de nombre. Mudé de futuro.

Me dormí en la frialdad del cadáver.

Y al final de la página contuve su peso muerto.

En los corredores del otro mundo

hay espacio suficiente

para todos nosotros

y nuestros pecados.

Es lo bueno que tiene el infierno:

amplio estacionamiento, calefacción,

cuerpos por doquier, tinta china,

cenizas volcánicas, sangre del cielo.


Inédito, 2017.

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Mario Flores (Tartagal, provincia de Salta, 1990). Escribe poemas, edita libros artesanales y hace tiradas de tarot. Sus libros más recientes son Poesía para pasajeros urbanos con auriculares (Cuaderno de elefantes, 2016), Un silencioso modo de arder (Peces de ciudad, 2017) y Cuando llegue el fin de los tiempos (Almadegoma Ediciones, 2017). 


agosto 04, 2017

★APUNTES SOBRE AUTOBIOGRAFÍA (FRAGMENTO)



Te dice la fotocopia que la autobiografía es un relato retrospectivo en prosa, escrito por una persona real que pone énfasis en su vida individual.

La autobiografía en verso no existe o es poco común (que en este país viene siendo lo mismo).

Y no es lo mismo valga la redundancia “autobiografía” que “diario personal”, o “memorias”, o “autorretrato” o “res gestae”. Ni hablar de “novela autobiográfica”. Tampoco es lo mismo si lo escribe un hombre que si lo escribe una mujer. A no confundir, dice la fotocopia, y también dice que la identidad del narrador y la del personaje principal está indicada por el uso de la primera persona.

¿Qué quiere decir “yo”?

Configuración del yo autobiográfico.

Si el autor de la autobiografía no es conocido entonces no tendrá éxito, pues nadie compra un libro sin saber quién es el que lo escribió. Pero si se usa un pseudónimo tal vez esto despierte interés en el lector, pues un nombre falso denota siempre ambigüedad y confusión, y la gente tiende a aferrarse pasionalmente a los nombres propios o a la ausencia de ellos (la fotocopia prefiere no meterse con el escabroso tema de las iniciales).

¿Dónde está yo?

Te dice la fotocopia que el autor que firma la autobiografía es responsable del valor de la verdad que relata, por eso la audiencia acepta esos relatos como verdaderos y es libre de comprobarlos o de intentar desacreditarlos.

Además, todos los textos sin excepción son escritos para nosotros mismos, es decir, los lectores.


Apuntes sobre autobiografía (inédito, 2010)