Nació
en la ciudad de Mitilene, situada en Lesbos, la tercera isla más grande de
Grecia en el mar Egeo, vecina de Creta y Eubea, y cercana a las costas de
Turquía.
Pasó
toda su vida en su ciudad natal, a excepción de un corto exilio a Siracusa
(actual Sicilia), a causa de las luchas aristocráticas en las que probablemente
estaba comprometida su familia, perteneciente a la oligarquía local.
Los
datos biográficos sobre ella son prácticamente inexistentes, y sólo se conocen
algunos poemas y fragmentos extraídos de citas indirectas y de papiros. El
contenido de sus poemas – que propició toda clase de habladurías y rumores – es
el que se ha utilizado para deducir algunos de los hechos que marcaron su vida.
Perteneció
a una sociedad en la que se preparaba a las jóvenes para el matrimonio. Esto la
indujo a conformar la llamada “Casa de las servidoras de las Musas”, en la cual
se rendía culto a la diosa Afrodita, enseñando poesía, música y otras artes a
un grupo de mujeres que se preparaban para las nupcias. El poeta Anacreonte
(una generación posterior) afirmaba, en referencia a este grupo, que Safo llegó
a enamorarse de muchas de sus discípulas, y a relacionarse tanto emocional como
sexualmente con algunas de ellas. Esto, y la confirmación dada por muchos de
sus textos, la convirtió en un símbolo del amor entre mujeres, y dio origen a
los términos lesbianismo y safismo, que aluden a
la homosexualidad femenina.
Sus
poemas testimonian acerca de la pasión amorosa que se apodera del ser humano, y
que se manifiesta consecuentemente en diversas formas: celos, alegría,
decepción, dolor.
Su
poesía sirvió de inspiración a poetas como Platón, Catulo, Petrarca, Leopardi y
Byron.
En
el año 1703, la Iglesia Católica ordenó quemar todas las copias existentes de
sus poemas, de los que sólo se logró recuperar un tercio. En 2004, fueron
hallados nuevos fragmentos, que amplían sustancialmente los poemas conservados.