agosto 31, 2021

TE DAS CUENTA DE CÓMO PESA EL AMOR

 

GRAVEDAD

 

Te das cuenta de cómo pesa el amor

cómo cae sobre algún hombro

el tuyo, el mío

y el peso de la despedida y

la caída del dolor

que no tiene cuerpo.

 

 

Irene Gruss. La mitad de la verdad; Obra Reunida (Bajo la Luna, 2008)


agosto 28, 2021

ESTO PASÓ


Con bastante vértigo y bastante bisiestamente corre el año 1932. Proa – editorial del bien – acaba de sacar de la imprenta el hasta allí inédito Espantapájaros (al alcance todos).

Una carroza fúnebre tirada por seis caballos y guiada por dos lacayos con librea (vestimenta propia de los criados durante el siglo XVIII) pasea durante 15 días por las calles de Buenos Aires una escultura de casi tres metros de alto, hecha de papel maché por el mismísimo Oliverio Girondo. La figura reproduce la imagen con la que el artista José Bonomi ha ilustrado la tapa de su recién editado poemario.

El monumental muñeco, vestido con traje, galera y monóculo (sí, el lentecito), viene a representar a un académico, figura en decadencia y desprestigiada por el poeta, por considerarla un ser infructuoso, que no produce nada propio, sino que se limita a «importar» ideas ajenas (las formas y los discursos oficiales, arcaicos e institucionalizados eran su blanco de ataque favorito).

Mientras todo esto pasa, un grupo de llamativas jóvenes invita a los transeúntes a acercarse a un local de la calle Florida, donde se han puesto a la venta los ejemplares del libro. La estrategia es un éxito: casi cinco mil ejemplares se venden en cuestión de días.

Una vez cumplida victoriosamente la meta marketinera – y como un acto irreverente y a la vez poético – Girondo pretende quemar el muñeco en un evento público, en el patio de la Sociedad Argentina de Escritores. Norah (colega, compañera y, más tarde, esposa) se opone tajantemente y hace trasladar la escultura hasta su residencia de la calle Suipacha 1444 (famosa casa de tertulias que compartían los escritores y que hoy es parte del Museo Fernández Blanco).

Tras el fallecimiento de ambos, el legendario espantapájaros-académico es cedido por las hermanas de Norah al también escritor – y amigo de Oliverio – Enrique Molina, quien lo conserva durante un tiempo en el living de su casa, antes de donarlo definitivamente al Museo de la Ciudad de Buenos Aires.

 

 

En 2017, al conmemorarse el 50° aniversario de la muerte de Girondo, la Biblioteca Nacional rinde un vasto homenaje al poeta, exhibiendo una muestra completa de su vida y obra, que incluye ilustraciones, anotaciones personales, intervenciones lúdicas, grabaciones de sus lecturas y la mítica escultura del letrado-espantajo (junto a la cual, en aquella ocasión, me saqué la foto de más abajo).

El poema «Los amantes», uno de los más memorables del libro, fue, cincuenta años más tarde, ingeniosamente redimensionado y completado por Julio Cortázar en su microcuento «Amor 77» (Un tal Lucas, 1979).



ESPANTAPÁJAROS 12: LOS AMANTES

 

Se miran, se presienten, se desean,

se acarician, se besan, se desnudan,

se respiran, se acuestan, se olfatean,

se penetran, se chupan, se demudan,

se adormecen, despiertan, se iluminan,

se codician, se palpan, se fascinan,

se mastican, se gustan, se babean,

se confunden, se acoplan, se disgregan,

se aletargan, fallecen, se reintegran,

se distienden, se enarcan, se menean,

se retuercen, se estiran, se caldean,

se estrangulan, se aprietan, se estremecen,

se tantean, se juntan, desfallecen,

se repelen, se enervan, se apetecen,

se acometen, se enlazan, se entrechocan,

se agazapan, se apresan, se dislocan,

se perforan, se incrustan, se acribillan,

se remachan, se injertan, se atornillan,

se desmayan, reviven, resplandecen,

se contemplan, se inflaman, se enloquecen,

se derriten, se sueldan, se calcinan,

se desgarran, se muerden, se asesinan,

resucitan, se buscan, se refriegan,

se rehúyen, se evaden y se entregan.



AMOR 77

 

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.


            


agosto 26, 2021

JULIO SOY

  

A veces me convenzo de que la estupidez se llama triángulo, de que ocho por ocho es la locura o un perro abrazado a la Maga, esa concreción de nebulosa, pienso que tanto sentido tiene hacer un muñequito con miga de pan como escribir la novela que nunca escribiré o defender con la vida las ideas que redimen a los pueblos. El péndulo cumple su vaivén instantáneo y otra vez me inserto en las categorías tranquilizadoras: muñequito insignificante, novela trascedente, muerte heroica. Los pongo en fila, de menor a mayor: muñequito, novela, heroísmo. Pienso en las jerarquías de valores tan bien exploradas por Ortega, por Scheler: lo estético, lo ético, lo religioso. Lo religioso, lo estético, lo ético. Lo ético, lo religioso, lo estético. El muñequito, la novela. La muerte, el muñequito. La lengua de la Maga me hace cosquillas. Rocamadour, la ética, el muñequito, la Maga. La lengua, la cosquilla, la ética.

 

 

De Rayuela, 1963.

agosto 14, 2021

QUIERO QUE TE DESHAGAS DEL POEMA

 

Apenas roces el punto final, quiero que te deshagas del poema

de todos los poemas, cartas, libros que te escribí,

los consideres deshechos

organismos diezmados por la tierra, bacterias,

gusanos,

y, en todo caso, si es que aún querés conservar algo de mí,

que sea un anhelo

de reencuentro

más allá de la materia, parecido al regreso de los padres muertos,

la muerte hace cosas incomparables,

la muerte vuelve las cosas incomparables.

no quiero tu recuerdo sino la extinción

afín a la eternidad, a la música

que, en el instante mismo de ser ejecutada, vive,

convulsiones de un acto reproductor y amoroso

animal que, aun conociendo su destino, persiste, llena

y acaba.

Que no te tiemble la mano, no es lo tuyo,

si algo fui para vos, no me dejes caer

en lo desvirtuado, en la deformación de la memoria,

no me leas dos veces, siempre fuente, semen negrísimo,

de interpretaciones posibles,

aniquilada sin remedio,

te pido, te suplico, como acto generoso de intérprete,

que apenas roces el punto final, respires,

silencio obligado, y hagas desaparecer estos poemas,

los tapes con tierra, los abandones

para que algo de mí, alguna vez, aunque sea un poco

se parezca a la música.

 


Marina Serrano (Quequén, Argentina, 1973). «Relaciones entre música y poesía», en Variaciones Argerich (Ediciones del Dock, 2019).


agosto 02, 2021

#CÁNTARO


Lxs invito a ver #Cántaro: Ciclo de Lecturas en el marco del Festival de Poesía Comala 2021 💬💪

 

#Cántaro: mujeres escritoras de Cuba, El Salvador, México, Argentina, Puerto Rico y Venezuela.

Organizado por las poetas Indira Torres Crux (Méx) y Yosie Crespo (Cuba).

Muy agradecida con ellas por la convocatoria y con el público bello que nos escuchó con tanta paciencia y amor 💕

 

PD: No se pierdan estos poemas porque de verdad valen mucho la pena (no me refiero a los míos, sino a los de estas grosas de otro planeta venidas).