agosto 14, 2021

QUIERO QUE TE DESHAGAS DEL POEMA

 

Apenas roces el punto final, quiero que te deshagas del poema

de todos los poemas, cartas, libros que te escribí,

los consideres deshechos

organismos diezmados por la tierra, bacterias,

gusanos,

y, en todo caso, si es que aún querés conservar algo de mí,

que sea un anhelo

de reencuentro

más allá de la materia, parecido al regreso de los padres muertos,

la muerte hace cosas incomparables,

la muerte vuelve las cosas incomparables.

no quiero tu recuerdo sino la extinción

afín a la eternidad, a la música

que, en el instante mismo de ser ejecutada, vive,

convulsiones de un acto reproductor y amoroso

animal que, aun conociendo su destino, persiste, llena

y acaba.

Que no te tiemble la mano, no es lo tuyo,

si algo fui para vos, no me dejes caer

en lo desvirtuado, en la deformación de la memoria,

no me leas dos veces, siempre fuente, semen negrísimo,

de interpretaciones posibles,

aniquilada sin remedio,

te pido, te suplico, como acto generoso de intérprete,

que apenas roces el punto final, respires,

silencio obligado, y hagas desaparecer estos poemas,

los tapes con tierra, los abandones

para que algo de mí, alguna vez, aunque sea un poco

se parezca a la música.

 


Marina Serrano (Quequén, Argentina, 1973). «Relaciones entre música y poesía», en Variaciones Argerich (Ediciones del Dock, 2019).