noviembre 28, 2018
noviembre 25, 2018
TRAINOIR
Pasada
la medianoche la ciudad presenta su aspecto habitual si exceptuamos que
recorren las aceras en todas direcciones un gran número de ruedas de bicicletas
veladas, que van de tres en fondo la del medio erguida sobre su eje mayor
mientras las otras dos tienen su centro de gravedad más abajo e inversamente ese
silbido peculiar de los relojes cuando la casa está por incendiarse las
acompaña no siendo uno de los menores encantos del espectáculo que yo contemplo
solitario sentado sobre un montón de adoquines lo que me evita las
complicaciones de la cortesía. No se puede juzgar un edificio sin demolerlo. El
musgo cabalga las casas.
Jehan
Mayoux (Charente, Francia; 1904-1975). Poeta, docente, activista. Integró el
grupo surrealista desde 1933 hasta 1967. La mayor parte de su obra permanece
hasta el día de hoy desconocida. El texto aquí citado pertenece a Trainoir
(1935).
noviembre 24, 2018
★POR DECANTACIÓN
eso último que
hablamos es
para la gran mayoría
lo mismo que avanza
hacia el lado bueno de la fonética arbitraria
lo siniestro que
avanza
usamos entre los
presentes una terminología atrasada:
indumentaria
lingüística que ni nosotros
somos capaces de
tolerar
eventualmente
adivinamos que la gran mayoría
en definitiva no es
tan grande
como de ella se
espera
llevamos a un extremo
cualquier concepto aceptable
de imantación
estoy obligada a
eliminar todo estigma fundamentado de divergencia
domino cada una de
las señales que va dejando
nuestra sugestión de
imágenes
vos en cambio
dominás todas las
lenguas
en las que van a
hablar esta tarde
deberías envanecerte
también de eso
deberíamos hablar
más seguido
deberías saber
que decir muecas
prohibidas mientras te vas alejando
es otra manera
elegante
de decir que no
noviembre 22, 2018
LA EXTRANJERA [1972]
Mirando como
antes he mirado, derecho al corazón
de la calle
hasta el río
caminando por
los ríos de las avenidas
sintiendo el
temblor de las cuevas bajo el asfalto
viendo
encenderse las luces en las torres
caminando como
antes he caminado
como un
hombre, como una mujer, en la ciudad
mi ira
visionaria despejando mi vista
y las
detalladas percepciones de misericordia
floreciendo de
esa ira
si al entrar
en un cuarto desde la aguda luz brumosa
los oigo
hablar un idioma muerto
si preguntan
mi identidad
¿qué puedo
decir sino que
soy la
andrógina?
yo soy la
mente viva que no pueden describir
en su idioma
muerto
el sustantivo
perdido, el verbo que sobrevive
sólo en
infinitivo
las letras de
mi nombre están escritas entre los
párpados
del recién
nacido
noviembre 21, 2018
FRANCOIS-MARIE
/ buscamos la
felicidad pero sin saber dónde,
como los borrachos
buscan su casa, sabiendo que tienen una /
(para
dummies: una very short biografía de Voltaire, que hoy estaría ya por los 324
años)
noviembre 20, 2018
noviembre 12, 2018
A FALTA DE
No se escribe
igual
un atardecer
de estío en Calella
que una tarde
de verano en Barcelona
calle Numancia
porque las
aguas azules y blancas
que arrullan
las tardes de verano
y el asfalto
gris que se derrite bajo el sol
propician
sueños diferentes.
No es igual
dormir que
soñar
y no es lo
mismo soñar contigo
que estar
contigo
aunque quizás
si me meto las anfetaminas
del camello de
la calle Chopitea
soñar contigo
y estar
contigo
sean la misma
cosa
a falta del
verdadero cuerpo.
Cristina Peri Rossi (Montevideo, 12 de noviembre de 1941)
Texto extraído de Las
replicantes (Cálamo, 2016)
noviembre 07, 2018
CAMINAMOS / REDUCIDOS A FRAGMENTOS
OCASO
La tarde se apagaba
en mí.
Al costado de la calle
entre la basura cotidiana
vi montañitas de vidrios:
botellas rotas
parabrisas deshechos
focos triturados.
Alguien
se había preocupado
por amontonarlos junto al cordón
como queriendo preservarlos
o apartarlos del camino.
Nunca vi los restos de tantos impactos
en un sólo paseo.
El sol caía
y los últimos rayos aún se reflejaban
en esos puñados filosos.
Por calles cada vez más oscuras
caminamos partidos, astillados
reducidos a fragmentos
bajo una luz tímida
que insiste en hacernos brillar.
REVERSO
Me cansan los arcoíris
y los pegasitos multicolores
pintados en cada bolso
bordados en cada bufanda
impresos en cada guante
mochila taza lápiz gorra
cepillo pin cartera vinchita
que ofrece Todomoda
con la frase en inglés
“seamos unicornios”
o “los unicornios son reales”.
Te pregunto el porqué de esa simbología
y mientras pienso en cuán real es el amor
me sonreís.
Hoy hice copias de las llaves de casa
y te las di en un llavero de unicornio.
FLUIRSE
Te metés en la ducha
aunque ya te hayas bañado
pero volvés para soltar ríos
y no escuchar la corriente
y su murmullo de silencios gorgoteantes
y nadás océanos
y esquivás corales
sin culpa
aunque desperdicies diez minutos cúbicos
de tiempo potable.
Y no te alcanza Heráclito
ni toda la filosofía presocrática
para entender que sos el agua
dulce y salada
que se filtra por el desagüe
y se pierde
y se desliza
y se funde
salada y dulce
en un mismo mar
mezclado
compartido.
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Washington Atencio (Lucas González,
Entre Ríos, 1986). Profesor de Lengua y Literatura. Ha participado en diversos
encuentros de poesía y algunos de sus textos circulan a través de redes
sociales. Reside actualmente en Paraná, donde dicta clases de Literatura y de
griego clásico a nivel terciario y universitario.
noviembre 05, 2018
TO THE READER
Mientras lees,
un oso blanco tranquilo
hace pis tiñendo la nieve
de azafrán.
Y mientras
lees, muchos dioses
reposan entre
lianas: ojos de obsidiana
están mirando
las generaciones de hojas,
y mientras
lees,
el mar está pasando sus páginas oscuras,
pasando
sus páginas
oscuras.
[Traducción de
Jorge Aulicino]
As you read, a
white bear leisurely
pees, dyeing
the snow
saffron;
and as you
read, many gods
lie among
lianas; eyes of obsidian
are watching
the generations of leaves;
and as you
read
the sea is
turning its dark pages,
turning
its dark
pages.
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Denise Levertov (Essex, 1923–1997).
Poeta, escritora, traductora, docente. Su primer libro de poemas, La imagen doble,
se editó en 1946. En 1947 se casó con el también escritor estadounidense
Mitchell Goodman, con el cual se mudó a Nueva York un tiempo después. Adoptó la
nacionalidad estadounidense en 1956. Como editora de la revista The Nation,
apoyó y publicó el trabajo de poetas feministas y activistas de izquierda. Durante
la guerra de Vietnam apoyó la causa pacifista. Por entonces escribió La danza de la tristeza (1967), donde expone
sus sentimientos de dolor y su conmoción ante la guerra. Publicó los libros de poesía A las islas por tierra
(1958), Con ojos en la nuca (1959), La escalera de Jacob (1961), Gustar
y ver (1964), La respiración del agua (1987), Una puerta en la
colmena (1989) y Tren de la tarde (1992), entre otros. Recibió numerosos premios y distinciones, tanto por su
obra literaria como por su compromiso social y político.