No se escribe
igual
un atardecer
de estío en Calella
que una tarde
de verano en Barcelona
calle Numancia
porque las
aguas azules y blancas
que arrullan
las tardes de verano
y el asfalto
gris que se derrite bajo el sol
propician
sueños diferentes.
No es igual
dormir que
soñar
y no es lo
mismo soñar contigo
que estar
contigo
aunque quizás
si me meto las anfetaminas
del camello de
la calle Chopitea
soñar contigo
y estar
contigo
sean la misma
cosa
a falta del
verdadero cuerpo.
Cristina Peri Rossi (Montevideo, 12 de noviembre de 1941)
Texto extraído de Las
replicantes (Cálamo, 2016)