De las cosas no nos cansamos nunca.
Buscamos en ellas la manifestación de algún poder, una fuerza centrípeta que
nos salve de las repeticiones. Somos bestias contenidas dentro de establos
invisibles. “Animales” – dijo Dickens – “de costumbres”. De las repeticiones
están hechos nuestros corrales. Repetimos lugares, repetimos prácticas,
repetimos errores. Entonces las cosas, como redentoras de esa repetición, de
ese agotamiento en constante reincidencia, vienen a atravesarnos, a decirnos lo
que es evidente y auténticamente valioso.
Y dentro de esa gran mezcla de dones,
licencias y facultades ocultas, las cosas también han demostrado tener
verdades.
Aventurarse a buscar esas verdades,
descomponer o templar su materialidad es buscar, en cierta forma, la reducción
del infinito. No reducir para disminuir, sino reducir para condensar.
RESEÑA COMPLETA DE LA VERDAD DE LAS COSAS
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DESPACIO
Voy
despacio
como un nómade que se inicia
topo ciego soy por estos caminos
con una euforia generosa que me mueve los pies
y me alimenta
RESET
Todo lo que había olvidado
vino de golpe a mi cabeza de pájaros
como un mazazo de claridad que había perdido
vaya a saber dónde
en algún huequito acostumbrado al vicio
de saberme despistada
entre los laberintos de una mañana cualquiera
renació mi voz
callada en el fondo
detrás de la coraza que alguna vez fue mi corazón
cuando los colores del verano no iluminaban mis costillas
mi esternón
mi yo / todo
todo soy ahora
de nuevo / lo que había olvidado
y es tu mano llena de ríos la que me salva
siempre
y espera porque sabe
que hay un aire a nubes nuevas
sobre nuestras cabezas
MÚSICA AZUL
A esa hora en que estamos
parecidos a las cigarras / con el sol encendido
en el lugar donde la paciencia reina
o la paz / no sé
y nadie encuentra el paradero de la tristeza
porque dicen / se mudó de barrio
sin dejar ni una sola miga en el camino
y el verano / entonces / se puso de moda
entre tu boca y tu lengua
y florecen todas las palabras
de la patria que te habita
A esa misma hora
los cuervos se detestan
los volcanes largan humo sin una sola gota de lava
gritan los brazos cansados de cruzarse
y sin embargo
se escucha por ahí una fiesta con música azul
o turquesa
que
como el filo de las hojas
va cortando
suave y contundente
una huérfana fascinación que reproduce
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Carolina Peleretegui (Buenos Aires, 1976). Poeta, escritora,
bibliotecaria. Participó en diversas antologías de poesía y narrativa, así como
también en revistas y diarios digitales. Obtuvo el Premio Internacional de
Literatura Infantil Julio C. Coba (Ecuador, 2016). Publicó Margarita (Libresa,
2016), Limbo (Gogol, 2017), Helena y el mar (Lágrimas
de Circe, 2018) y La verdad de las cosas (Halley, 2022).