junio 16, 2018

DENTRO DE UN MINUTO


«Yo conocí bien aquel tronco, aquella madera caída detrás de la casa. Una ardilla la había visitado durante todo el invierno; yo recordaba su cola espesa y dorada – todo ella era una enorme flor espesa y dorada – (…) Aún esperé que aconteciese algo inaudito, que el sol se parara; pero no, dentro de un minuto, ya cuatro o cinco planetas iban a prenderse del cielo (…). Me acerqué a mi padre y a mi madre; tuve intenciones de rezar y llorar; pero ellos levantaban las manos airadas al cielo, levantaban los puños airados, decían oraciones feroces.»


Marosa di Giorgio

(Uruguay, 16 de junio de 1932 – 17 de agosto de 2004)