Vuelvo
a pasar por acá escurridizamente para contarles esto: el gran Mario Flores (Tartagal,
1990; escritor, poeta y editor) se ha tomado el trabajo de leer mi librito
último de poemas y de hacer esta tremenda reseña 😊💭
Agradecida
por mil!
«En Quemar
el fuego©, de Vanesa Almada Noguerón (La Plata, 1980), el epígrafe dice:
“escribes poemas / porque necesitas / un lugar / en donde sea / lo que no es”.
La cita, tan bien escogida que adopta la dimensión de profecía, abre un
complejo abanico de posibilidades. Los poemas – los caminos posibles
– no dejan de arrojar interrogantes, nada es del todo cierto, y el riesgo es
alto. Vanesa no comete el error de poemar desde una alta torre
atiborrada de certezas ornamentadas líricamente: se dedica a cazar
incertidumbres y traducirlas con palabras sueltas, decididas, casi tomadas
desde el antes. Las preguntas que construyen los poemas son existenciales,
metafísicas, naturistas, algunas rutinarias a propósito y, sobre todo,
espaciales:
adónde van los
libros prestados
(a veces
leídos / siempre perdidos / nunca devueltos)
adónde sus
notas al margen
sus índices
manoseados
sus verdaderos
padres
adónde duermen
los peces cuando no están despiertos
cuando no
ahogan sus cuerpos en ollas hirviendo
adónde van sus
lágrimas
sus otras
aguas
Las
imágenes ensambladas no pertenecen tanto al reino de la metáfora (figuras
flotantes a base de preceptos conjugados visualmente) sino más bien al terreno
del apotegma (breves propugnaciones de orden místico y mundano a la vez). Esas
imágenes son las que van hilvanando un dejo de respuesta.»