marzo 01, 2018

ESA CAPACIDAD DE CORROMPER


SI TUVIERA UN SUEÑO SOBRE EL INFIERNO (FRAGMENTOS)

 

¿Me ayudarán ustedes a entender

lo que no tiene arreglo ni remedio,

en esta temporada de escritura poética

y de alivio

para mi depresión, que pasaremos juntos?

*

Durante mucho tiempo, empapado,

y a menudo tocando fondo

por el gran mar verde de los semáforos

que autorizaban nuestra navegación

encontré que mi fatiga era la luz del mundo.

*

Ciudad para matar, ciudad americana.

*

Tus libros son hileras de trajes vaciados.

*

Esa capacidad de corromper

que la poesía tiene, es la más genuina

voluntad de la voz, nunca perdida,

más llena de fantasmas, la voz que sobrevive

de forzar resistencias, descontrolada por la inspiración.

Desde tres adjetivos a un objeto

hay un salto imposible.

*

Nos obsesionamos tanto con la escritura.

Al fin lo conseguimos y así nos fue con ella.

¿Te despiertas acaso como yo, tan perplejo

encontrando los anteojos olvidados

dentro de uno de los zapatos?

*

Mis reseñas virginales eran en su momento

el equivalente verbal de los asesinatos.

Ahora son un montón chiquito,

compacto, tan viejo como yo.

Ellas se desintegran amarillas

y sus páginas rígidas

se hacen añicos como las hojas secas

escapando del árbol que les diera vida.

Estoy sin un amigo:

Veo de vez en cuando, en la noche cerrada,

brillar los faros de algún auto suicida

por la autopista y luego diluirse.

Mi vacío fantasmal ahora se me llena

con todos mis amigos agraviados

como tristes moscas familiares.

*

¿Acaso no es hipócrita pretender dar respuesta

a lo que no hemos sido capaces de escuchar?

*

Aunque escribo mis versos por la noche

soy muy poco sincero en mi discurso.

*

¿Merezco alguna consideración

por no haber intentado suicidarme?

Quizá lo que temía es que esa peregrina

decisión resultase fallida

sin darme cuenta de que practicando

es como se corrigen los errores.

¿Y del infierno, qué?

*

Si tuviera un sueño sobre el infierno

en esa pesadilla

me encontraría a mí mismo

embalando mi casa para mudarme,

con todos los demonios preguntando

eternamente impertinencias varias.

*

Lo que en realidad hice no fue mucho,

entonces, como ahora, fue muy poco.

Del fuego del infierno, en cambio,

no puedo apagar un simple fósforo.

*

Estoy ciego de ver.

*

Adiós, adiós a nada. Doy gracias,

muchas gracias.




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Robert Lowell (1917-1977). Poeta estadounidense. Tras la publicación de su libro Life Studies (1959), ganador del National Book Award en 1960, su obra comenzó a pensarse dentro del movimiento de la llamada poesía confesional. Su poesía, intensa y desinhibida, propulsó un nuevo énfasis en la introducción de conflictos personales, familiares y psicológicos dentro del poema. Dos veces Premio Pulitzer (1947 y 1974), es considerado uno de los poetas más importantes e influyentes de la postguerra.