octubre 14, 2020

★CÓMO NO SE RESUELVE UN KÔAN*


[POEMA PUBLICADO EN REVISTA LITERARIA ULRICA Nº4 | ¡GRACIAS!]

 

I

¿no es eso que suena

una pared cayendo en medio

de una habitación abandonada?

¿no son los padres de esta

brutal rareza

quienes adeudan

una estructura neuro – mental medianamente

sostenible?

 

sobre todas las cosas quiero un árbol que fosilice

con su leñosa existencia

esta genealogía

la insoportable carga

de la herencia

un árbol cuya raíz soporte

los nuevos términos que exige

la superficie

 

marcharse es igual a derramarse

 

voy a soltar la siembra

sobre el escombro

voy a soltar la furia

sobre los nombres ocultos

de eso que elegimos casi siempre por descarte

como incuestionable

 

II

un árbol cae en un bosque y nadie está cerca

para oírlo

el sonido que produce está franqueado

por lo metafísico

agrietado

por lo infinito

 

aprendí demasiado tarde

que exclusivamente existimos en la medida en que somos

percibidos

en la medida en que algún otro

decide jactarse

de nuestra presencia

¿lo aprendí o me convencieron

-colonizándome-

de haberlo aprendido?

¿está efectivamente completa

esta revelación?

¿y qué es eso que suena

en medio

de una habitación abandonada?

 

tener que irse no siempre está ligado

a la cobardía

marcharse puede ser igual a corregirse

atravesar la pared con peligrosa armonía en desmedro

de la secuencia final

 

III

autoconciencia como refugio

aunque creíble

inestable

 

un balanceo exigido

por quienes suscriben

 

dije algo inútil que consiguió atraer la atención

del superotro

demoledora manera

de existir

 

dije algo inútil que consiguió desplazar la posición

consolidada

de la pared en medio

de la habitación

 

sobre todas las cosas quiero abandonar el espacio

de meticulosidad sonora

 

sobre todas las cosas quiero un árbol

donde colgar la hamaca

antes de irme

 

 

*En la tradición zen, un kōan es un problema que el maestro plantea al alumno para comprobar sus progresos. Muchas veces el kōan parece un problema ilógico, absurdo o hasta banal. Para resolverlo, el novicio debe desligarse del pensamiento racional común y entrar a un nivel más elevado de su conciencia, ya que el kōan en cuestión probablemente trascienda el sentido literal de las palabras. Uno de los kōan más famosos es aquel en el que el maestro hace batir sus palmas y dice al alumno: «Este es el sonido de dos manos. ¿Cuál es el sonido de una sola mano?»

 

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