Durante
el #FILBA11 Rike Scheffler y yo intercambiamos unas pocas palabras (en inglés,
pues no es lo mío el alemán) y bastó ese pequeño gesto interlingüístico para
enamorarme más y más de su persona y de su poesía (que es belleza sónica pero
también visual). Acá, uno de sus poemas hermosamente traducido por Carla
Imbrogno & Laura Wittner:
VÍA AÉREA
Elegante luz
de atardecer, encapotado e inaprensible.
Y si los
campos quieren, llamalos oro,
sin condición,
las nubes persiguen a los árboles,
quisiera
tocarlas. Darme un baño
en su
redondez, sentirme su hija.
Si ahora se
largara a llover, el viento sería cómplice.
Elevarse, verse
y verlo todo, cuando nadie nada
se atreva a
decir, flotar, en el canto. Y con la mano
abierta,
ahuecada, atravesar la vid seca y robar
una-dos-tres
uvas de las verdes, las moras
rojas, querer
que vuelva el verano, en vano.
Es tan lindo
acá, tenés que venir.