septiembre 30, 2017

pero los amores son manchas





te conocí

mis poemas eran sórdidos, raídos
me gustaban
nada suave se posaba sobre ellos

ahora tienen
una tersura inesperada
y son particularmente
cercanos al sol

no me quejo.




sin demasiado fuego de artificio
nos amamos, sí
pero lo decimos pocas veces

sin hacer ostentación del brillo
levantamos la cabeza
para respirar mientras nadamos
voraces pero instruidos

la masa dulce leva de a poco
tomo el té, escribo haikus
hago florcitas de papel

no hay la urgencia de las grandes ciudades
hay un constante acariciar el lomo
de un animal perfumado

si hay hambre, que espere
soy todos los días santa
y lenta
una trapecista que busca con cuidado
el momento preciso para dar el salto.



¿ya se cierra la temporada
de poemas de amor?

si era tan linda la plenitud

qué linda era:
nos embriagaba el aroma
a permanencia
a cristalito
a conejos perfumados

parecía inconmovible

pero los amores son manchas
tatuajes que refulgen
por varias noches,  sí
y después
se apagan

no nos pertenecen

habrá que aprender entonces
a cargar con los restos
con el óxido y el barro
con las oscuras resonancias.




Natalia Leiderman nació en Buenos Aires en 1990. Es fotógrafa y estudia Letras en la UBA. Tradujo, junto a Patricio Foglia, algunos poemas de las poetas norteamericanas Sharon Olds y Mary Oliver. Asiste al taller de poesía de Osvaldo Bossi. Animales dorándose al sol (El ojo del Mármol, 2016) es su primer libro publicado.