te
conocí
mis poemas eran
sórdidos, raídos
me gustaban
nada suave se
posaba sobre ellos
ahora tienen
una tersura
inesperada
y son
particularmente
cercanos al sol
no me quejo.
¿ya
se cierra la temporada
sin
demasiado fuego de artificio
nos amamos, sí
pero lo decimos
pocas veces
sin hacer ostentación
del brillo
levantamos la
cabeza
para respirar mientras
nadamos
voraces pero
instruidos
la masa dulce leva
de a poco
tomo el té, escribo
haikus
hago florcitas de
papel
no hay la urgencia
de las grandes ciudades
hay un constante
acariciar el lomo
de un animal
perfumado
si hay hambre, que
espere
soy todos los días
santa
y lenta
una trapecista que
busca con cuidado
el momento preciso
para dar el salto.
de poemas de amor?
si era tan linda la
plenitud
qué linda era:
nos embriagaba el
aroma
a permanencia
a cristalito
a conejos
perfumados
parecía
inconmovible
pero los amores son
manchas
tatuajes que
refulgen
por varias
noches, sí
y después
se apagan
no nos pertenecen
habrá que aprender
entonces
a cargar con los
restos
con el óxido y el
barro
Natalia Leiderman nació en Buenos Aires en 1990. Es fotógrafa y estudia Letras en la
UBA. Tradujo, junto a Patricio Foglia, algunos poemas de las poetas
norteamericanas Sharon Olds y Mary Oliver. Asiste al taller de poesía de
Osvaldo Bossi. Animales dorándose al sol (El ojo del Mármol, 2016)
es su primer libro publicado.