es que lo que yo quiero
es salvarte, es eso.
hacer de tu miedo un
vuelco
una fuente de cera
ardida gastada en los centros y en las malas culpas
un globo embutido
abandonado en un tapiz de púas;
puedo aguantar el peso
de cada una de nuestras conciencias:
y es que lo que yo
quiero
es contagiarme otro
minuto de huracán en las manos
decirte algo que se
pueda entender
como un fragmento
como un termómetro que
inverna entre las piernas
mientras se rompe la
piel
mientras buscamos el
vaso de virtud
abierto de sed sobre la
mesa
esta ciudad es
insoportable
en todos sus cuerpos y
en todas sus furias
en todos sus vicios
(sus enfermos hábitos)
sigue narrando sombras
este sol sicario
sangrando la luz y el
fuego;
siempre vendrá el falso
espejo que forma con el guiño del asfalto
a mendigarnos nuevos
pactos,
inéditos ojos con qué
mirarnos el óxido de los candados
se abre la puerta y se
escapa ya
la opacidad de las
paredes
el monstruo de laberinto que antes manchaba los cuartos
se abre la puerta ya
y corremos
tan de repente se hunden
los años que nos proscribieron
tanta es la prueba
exigida;
y es que anunciamos
(coexistimos)
y es que lo que yo quiero es salvarte,
es eso.
Inédito, 2016.