"Quienes me conocen ya me han oído decir unas cuantas veces
que los espacios del arte deben ser espacios laborales. Que es bueno y
necesario que el artista viva de su trabajo, que la tarea del artista es una
tarea digna y necesaria, y que la obra de los artistas es de las obras de
cualquier índole del ser humano (...) Pero hay un mecanismo perverso que indica
que hablar de dinero cuando hablamos de emoción estética estaría fuera de
lugar, sería de mal gusto. El artista come, precisa abrigo, techo, tiene familia,
sus hijos van a la escuela. No sirven las estrellas ni la luna para esto (...)
BASTA. Páguenle al poeta lo que corresponde al grado de felicidad que el goce
estético, inducido por su obra, nos permite vivir."
Magda Konopacki de Bruzzone. Esposa, compañera y modelo del pintor argentino Alberto Bruzzone. Promotora de la educación por el arte. Directora del proyecto museológico “Casa Bruzzone”. El Grosellar, Mar del Plata, Argentina.