No es difícil
dominar el arte de perder:
tantas cosas
parecen llenas del propósito de ser perdidas,
que su pérdida
no es ningún desastre.
Perder alguna
cosa cada día. Aceptar aturdirse por la pérdida
de las llaves
de la puerta, de la hora malgastada.
No es difícil
dominar el arte de perder.
Después
practicar perder más lejos y más rápido:
los lugares, y
los nombres, y dónde pretendías viajar.
Nada de todo
esto te traerá desastre alguno.
He perdido el reloj de mi madre. Y, ¡mira!, voy por la última
- quizás por la penúltima – de tres casas amadas.
No es difícil
dominar el arte de perder.
He perdido dos
ciudades, las dos preciosas. Y, más vastos,
poseí algunos
reinos, dos ríos, un continente.
Los echo de
menos, pero no fue ningún desastre.
Incluso
habiéndote perdido a ti (tu voz bromeando, un gesto
que amo) no
habré mentido. Por supuesto,
no es difícil
dominar el arte de perder, por más que a veces
pueda
parecernos (¡escríbelo!) un desastre.
«Un
arte»; traducción de
S. Abrams y J. Margarit.
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Elizabeth
Bishop (USA, 1911-1979). Poeta, traductora, docente. Premio Pulitzer 1956. Ícono
de la poesía escrita por lesbianas. Recibió la prestigiosa Beca Guggenheim en
1947. En 1976 se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio Internacional
Neustadt de Literatura.