junio 21, 2021

«QUIEN NACE PARA LA TORMENTA / NO SOPORTA LA LLOVIZNA»

  

Inmensamente agradecida con Jimena Arnolfi Villarraza por esta entrevista tan humana, por su poesía maravillosa y por dejarme entrar un ratito a su Campamento de supervivencia 😊

 

 

👉Hablemos primero de poesía: ¿Cómo llegaste a ella y de qué manera cruza por tu vida hoy?

 

Cuando era chica, mi papá me contaba cuentos. Mi mamá me llevaba de excursión a la librería y para mí era el mejor plan. También recuerdo con cariño a mi tío abuelo Israel que me hablaba de poesía. Vivíamos en distintas provincias y nos mandábamos cartas. Una vez él me mandó todos sus poemas en un sobre papel madera. Yo tenía unos 12, 13 años. Esa fue la primera vez que me di cuenta que la poesía podía ser muy importante en la vida de una persona. Y así fue desde muy temprano para mí. Todos los días leo poesía. Todos los días me acuerdo de algún poema. Y a veces, escribo.

 

👉Campamento de supervivencia es un libro atravesado por tu experiencia durante el embarazo, pero también – como el título nos anticipa – por la condición de «superviviente». ¿Cómo fue ese proceso de escritura y cuál pensás que es hoy el lugar de la poesía en un escenario en el que – hoy más que nunca – sobrevivir es, en cierto modo, una forma de resistencia?

 

Cuando me enteré que estaba embarazada, pasé un tiempo sin poder reaccionar. Cuando lo logré, empecé a escribir para ponerme al día conmigo misma y para dejar constancia de la transformación. Ahora se me viene a la cabeza ese poema de Viel: “Voy hacia lo que menos conocí en mi vida: voy hacia mi cuerpo”. El cuerpo como un campo de información desconocida. Después el parto, el cuerpo roto, nuevo, extraño. Y seguí escribiendo durante el puerperio. Pasaba mucho tiempo sola con mi bebé. El libro habla de esa desesperación. Pero también nos pasaba algo más. Siempre pasa algo más. Los poemas no sólo hablan de la maternidad. Pero sí: Con una mano sostenía a mi hija y con la otra escribía. Creo que muchas veces el poema que se refiere a esa escena se lee desde una perspectiva de maternidad romantizada, edulcorada. Y no es lo que yo pensaba ni sentía al momento de escribir. A mí me resultaba terrible escribir con una mano y sostener a la cría con la otra. Cualquier persona que tuvo que cuidar la vida de una persona recién nacida sabe que todo se vuelve una tarea imposible.

Esa escena de ese poema, me hace pensar en los malabares que hacía. No tenía otra opción. Escribí porque no supe hacer otra cosa con lo que me pasaba. Pasé casi dos años sin dormir de corrido. Por supuesto que hubiera preferido tener mi espacio, mis momentos para conectar con otra cosa. Pero no fue lo que me pasó. Me pasaba que, al vivir en un lugar muy solitario, en una casa rodeada de monte, en las afueras de la ciudad de Gualeguaychú, abría la puerta de mi casa y seguía estando sola con una cría en medio de la naturaleza. Y vivir en medio de la naturaleza es hermoso, pero también puede ser muy difícil. Y más teniendo una bebé. Me sentía sola en medio de un campamento. El puerperio se siente así muchas veces. Estás en un campamento, con todo tirado alrededor, todo a mano, por las dudas. Cuando titulé el libro fue en ese sentido: vivo la maternidad como un campamento de supervivencia.

En paralelo a mi situación de puerperio, durante el tiempo de la escritura (2017-2019), en Argentina, todas las semanas había motivos para marchar y tomar la calle. Fueron muchos días que vivimos en peligro. Y, por otro lado, lo que decís. El libro se publicó recién este año, en pandemia, cuando sobrevivir es una tarea diaria. La poesía también puede ser una herramienta de supervivencia. Alejandra Pizarnik anotó en sus diarios que un libro puede ser una casa donde entrar a guarecerse. Algo así, un refugio.

 

No se pierdan la entrevista completa en 👉 LIBEROAMÉRICA

 

 

ES VERDAD

 

Con asombro admiramos los colores

que ofrecen los árboles cada día.

Sabemos lo que nos sorprende.

 

Mi hija mira por primera vez

y transforma el paisaje,

da vuelta el mundo.

Ahora todo existe

de otra manera.

 

Este es el estado

de poesía permanente.

 

De Campamento de supervivencia (Caleta Olivia, 2021)

 

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Jimena Arnolfi Villarraza (Buenos Aires, 1986). Publicó las plaquetas Metafísica (La Fuerza Suave, 2015), Defensa Personal (Nosotros Editorial, 2018) y Dos poemas (Ediciones Arroyo, 2019), y los poemarios Todo hace ruido (Pánico el pánico, 2013), Hay leña (Caleta Olivia, 2017) y Campamento de supervivencia (Caleta Olivia, 2021). Participó en las antologías poéticas Otros colores para nosotras. Poesía contemporánea de mujeres argentinas (Ediciones Continente, 2018), Antología Federal de Poesía (CFI, 2018), Martes Verde (Edición Federal, 2018), El trabajo y sus historias (CTA Ediciones y Editorial de la Comarca, 2019) y Flotar: 100 poemas sobre ríos / 100 poetas argentinxs (Camalote Ediciones, 2021), entre otras. Conduce #RadioCuaderno y edita el Blog El poema del momento.