«La
poesía es el encuentro del lector con el libro, el descubrimiento del libro.
Hay otra experiencia estética que es el momento, muy extraño también, en el
cual el poeta concibe la obra, en el cual va descubriendo o inventando la obra
(…). Cuando yo escribo, tengo la sensación de que algo preexiste. Parto de un
concepto general; sé más o menos el principio y el fin, y luego voy
descubriendo las partes intermedias; pero no tengo la sensación de inventarlas,
no tengo la sensación de que dependan de mi arbitrio; las cosas son así. Son
así, pero están escondidas, y mi deber de poeta es encontrarlas. Bradley dijo
que uno de los efectos de la poesía debe darnos la impresión, no de descubrir
algo nuevo, sino de recordar algo olvidado. Cuando leemos un buen poema
pensamos que también nosotros hubiéramos podido escribirlo; que ese poema
preexistía en nosotros. Esto nos lleva a la definición platónica de la poesía:
esa cosa liviana, alada y sagrada (…) El hecho estético es algo tan evidente,
tan inmediato, tan indefinible como el amor, el sabor de la fruta, el agua.
Sentimos la poesía como sentimos la cercanía de una mujer, o como sentimos una
montaña o una bahía. Si la sentimos inmediatamente, ¿a qué diluirla en otras
palabras, que sin duda serán más débiles que nuestros sentimientos?»
JORGE
LUIS BORGES
«En
la página 242 de la Historia de la Guerra Europea de Liddell
Hart, se lee que una ofensiva de trece divisiones británicas (apoyadas por mil
cuatrocientas piezas de artillería) contra la línea Serre-Montauban había sido
planeada para el 24 de julio de 1916 y debió postergarse hasta la mañana del
día 29. Las lluvias torrenciales (anota el capitán Liddell Hart)
provocaron esa demora – nada significativa, por cierto. La siguiente
declaración, dictada, releída y firmada por el doctor Yu Tsun, antiguo
catedrático de inglés en la Hochschule de Tsingtao, arroja una insospechada luz
sobre el caso. Faltan las dos páginas iniciales.»
de El
Jardín de senderos que se bifurcan, 1941.