y es el borroso tramo
del reloj
esta vez
el que nos escurre los
labios por la mirilla
el que nos quema
a esas horas
sólo habla el viento con
los árboles más altos
y las sirenas
intermitentes del caos cívico
apenas se oyen roncar
en ese tramo
un único y auténtico
espasmo viene a buscarme
es tu mano
acomodada boca abajo
sobre el espeso letargo
sobreentendida
desabrigada
en permanente
sincretismo tántrico con la mía
vívida
íntima
impostergable
Inédito, 2012.