De las cosas no nos cansamos nunca.
Buscamos en ellas la manifestación de algún poder, una fuerza centrípeta que
nos salve de las repeticiones. Somos bestias contenidas dentro de establos
invisibles. “Animales –dijo Dickens– de costumbres”. De las repeticiones están
hechos nuestros corrales. Repetimos lugares, repetimos prácticas, repetimos
errores. Entonces las cosas, como redentoras de esa repetición, de ese
agotamiento en constante reincidencia, vienen a atravesarnos, a decirnos lo que
es evidente y auténticamente valioso.
Y dentro de esa gran mezcla de dones,
licencias y facultades ocultas, las cosas también han demostrado tener
verdades.
Aventurarse a buscar esas verdades,
descomponer o templar su materialidad es buscar, en cierta forma, la reducción
del infinito. No reducir para disminuir, sino reducir para condensar.
RESEÑA COMPLETA 👉 «RETENER
EN MIS HOMBROS LAS SEÑALES DE ALERTA»
DESPACIO
Voy
despacio
como
un nómade que se inicia
topo
ciego soy por estos caminos
con
una euforia generosa que me mueve los pies
y
me alimenta
RESET
Todo
lo que había olvidado
vino
de golpe a mi cabeza de pájaros
como
un mazazo de claridad que había perdido
vaya
a saber dónde
en
algún huequito acostumbrado al vicio
de
saberme despistada
entre
los laberintos de una mañana cualquiera
renació
mi voz
callada
en el fondo
detrás
de la coraza que alguna vez fue mi corazón
cuando
los colores del verano no iluminaban mis costillas
mi
esternón
mi
yo / todo
todo
soy ahora
de
nuevo / lo que había olvidado
y
es tu mano llena de ríos la que me salva
siempre
y
espera porque sabe
que
hay un aire a nubes nuevas
sobre
nuestras cabezas
MÚSICA
AZUL
A
esa hora en que estamos
parecidos
a las cigarras / con el sol encendido
en
el lugar donde la paciencia reina
o
la paz / no sé
y
nadie encuentra el paradero de la tristeza
porque
dicen / se mudó de barrio
sin
dejar ni una sola miga en el camino
y
el verano / entonces / se puso de moda
entre
tu boca y tu lengua
y
florecen todas las palabras
de
la patria que te habita
A
esa misma hora
los
cuervos se detestan
los
volcanes largan humo sin una sola gota de lava
gritan
los brazos cansados de cruzarse
y
sin embargo
se
escucha por ahí una fiesta con música azul
o
turquesa
que
como
el filo de las hojas
va
cortando
suave
y contundente
una
huérfana fascinación que reproduce
el latido del corazón humano
En La
verdad de las cosas (Halley, 2022).
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Carolina Peleretegui (Buenos Aires, 1976). Poeta, escritora, bibliotecaria.
Participó en diversas antologías de poesía y narrativa, así como también en
revistas y diarios digitales. Obtuvo el Premio Internacional de Literatura
Infantil Julio C. Coba (Ecuador, 2016). Publicó Margarita (Libresa,
2016), Limbo (Gogol, 2017), Helena y el mar (Lágrimas
de Circe, 2018) y La verdad de las cosas (Halley, 2022).