manos de almíbar de primitivas costumbres de pueblo de uñas pintadas
manos de azúcar de
hombre y mujer
de espacios mudos y
vacíos
rozan el filo de una
puerta balcón;
muecas de hielo bajan
por un trampolín de cera
las escuchan batirse y
madrugarse en botas de lluvia;
reparten caras sorpresa
en modo sepia
manos de arena blanca
desnuda
aparecidas en un mar de
otras manos
que nunca tuercen ropa mojada
que nunca del todo bien paridas
que nunca libres
que nunca absueltas
que nunca mías
fiesta de máscaras
estallada en cámaras de fotos
viste cejas de aldea y
jergas extranjeras
rara huésped de
perversiones lavanda fuerte
lleva siempre guantes
prestados
de manos ya usadas
Inédito, 2016.
Imagen: Ignacio Jaramillo Villar