para hablarnos de naufragios nos hace falta por lo menos un charco
mejillas de piel de anfibio
cutis de caucho y dos
paraguas huérfanos
de vez en cuando vienen
los soles a calcinar mártires
aguanta el cuerpo la
ofensa
arde
aunque es de esperar que
insista
nos gusta el golpe
mustio de Sodoma y de Gomorra
nos gusta el tóxico
vaciarnos los baldes de
ojos en el reverso de los bolsillos
humectar los techos y
regar los patios
nos gusta el hielo en
las plantas cuando amanece
el vicio
el vidrio apedazado en
la puerta de la casa
y la calma
nos cubre
siempre la segunda mitad del cuerpo
nos arqueamos
volvemos siempre al
muelle desde donde huimos por primera vez
rodamos
dejamos que el margen
abierto de la lata nos insulte
que nos vierta el rostro
que anochezca
dejamos que llueva
que nos ahogue el filo
Poema inédito, leído en VII Festival de
Poesía Joven Argentina y publicado en La Juntada 2015 (Antología),
editorial La Guillotina, colección “La mano de Cristal”.