de dónde sale el agua que respiran los vidrios los días de invierno
el hambre que nos causa la playa
adónde va el viento cuando deja de seguirnos
adónde las cartas
las tarjetas de cumpleaños que nunca fuimos capaces de mandarnos
adónde habría que reclamar las deudas que se tienen nuestros cuerpos
sobre qué otras desnudas criaturas
acomodan sus partes íntimas
adónde están los bordes que le fuimos recortando al camino
los cajones de manzana que no pudimos salvar
adónde van los libros prestados
(a veces leídos / siempre perdidos / nunca devueltos)
adónde sus notas al margen
sus índices manoseados
sus verdaderos padres
adónde duermen los peces cuando no están despiertos
cuando no ahogan sus cuerpos en ollas hirviendo
adónde van sus lágrimas
sus otras aguas
de dónde nacemos cuando ya hemos muerto
de dónde salen los otros
cuando los demás no nos piensan / ni nos adoran / ni nos fingen
ni nos pueden alcanzar
adónde corren los verbos
y las formas de los signos
cuando no los podemos decir / ni atravesar / ni encender
de dónde sale el suelo cada vez que el infierno
quiere escaparse de los edenes
adónde esconden tu nombre
cada vez que el mío no se deja gritar
cada vez que nos deja el viento
cada vez que a los vidrios les empieza a faltar la respiración
después de la playa
en invierno
Poema inédito, leído en la previa del concierto del amigo David Aguilar en Argentina.
Tremenda visita.
¡Gracias!