CASA
DE PIEDRA
La
casa esta quieta
todo
lo demás es desgarradura
lo
que se mueve adentro
lo
que se muere adentro
es
el yeso que cae.
El
cemento se abre
como
una cajita musical sin ninguna bailarina.
Esta
casa se desarma
como
el sueño que acontece en el cuerpo
se
desarma
en
el abrazo de la madre muerta
se
desarma
en
el abandono del padre.
Esta
casa se deshace
cada
hueso ruge
y
sobre todo la mente
(una
pastilla ahora
y
otra en media hora)
en
el cajón de la mesa de luz
ella
junta cajitas y blíster vacíos.
A
veces los cuenta.
Esta
casa se abre
se
hunde en la porción de agua
que
guarda el sótano.
Esa
vía de agua
que
se tragó la bicicleta verde
con
las rueditas de atrás levantadas
el
Ford T amarillo a pedales
algunas
sillas rotas
un
par de patines de los años setenta
y
mis doce años.
Esta
casa
se
sostiene
en
el ladrido de los perros
en
la niebla de tanto cigarrillo.
Esta
casa
se
cierra como una profecía
el
cajón de la mesa de luz abierto
cuarenta
y tres blíster vacíos
once
cajitas
y
una bailarina que no encuentra la música.
VESTIDOR
Probarme
vestidos
pantalones
blusas
que ya no cierran.
Probarme
madrugadas
dolores
vestigios
de excesos.
En
la memoria
hay
un jardín.
Probarme
en el cuerpo
lo
desnudo.
En
Casa de piedra (Alción, 2da. Edición, 2023).
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Claudia Vázquez (Avellaneda, Buenos
Aires, 1965). Escritora y poeta argentina. Desde 1995 coordina talleres
literarios. Sus poemas han sido publicados en suplementos y revistas literarias
de Argentina, Italia y Uruguay. Ha obtenido varios premios por su obra. Cofundó
el Centro Cultural Alejandra Pizarnik. Condujo el Ciclo Literario “La
Palabra que Sana”. Textos suyos han sido recogidos en diversas antologías.
Ha publicado los libros Impresiones (Amarú, 1996), Poesía
instrumentada por las sombras (Amarú, 2006), Después del
silencio (Ruinas Circulares, 2018), Casa de piedra (Alción,
2021) y El cuerpo de lo intangible (Vinciguerra, 2025).