“El
día que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5:30 de la mañana para
esperar el buque en el que llegaba el Obispo.”
En Crónica
de una muerte anunciada, 1981.
Año 1997. Primeras palabras que leía de este genio, y que me iban a cambiar la vida (las cosas, las palabras, el mundo) hermosa y radicalmente.
Gracias para siempre.